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Elvira Lindo, la famosa creadora de Manolito Gafotas, publica su nueva novela, 'En la boca del lobo' (Seix Barral). Esta vez apuesta por el género de suspense y se inspira en los cuentos clásicos, creando su propio "universo literario", ambientado en el paisaje rural de su infancia en el Rincón de Ademuz (Valencia). Trata sobre el "desamparo infantil" ante un caso de acoso.
"Por mucho que un lobo sea agresivo en determinados momentos, nunca será tan amenazante como un hombre. Yo creo que el lobo simboliza al hombre que sorprende a la niña en un bosque", ha comentado la escritora en rueda de prensa, donde ha desvelado que este libro surge de la nostalgia que le provocó irse de su pueblo.
Una historia sobre el acoso sin hablar de acoso
La novela cuenta la historia de Julieta, una niña de once años con unos problemas de abuso a los que no sabe ponerle nombre, y sobre lo que la escritora sobrevuela sin nombrarlo. "Podría haber contado todo lo que ocurre cuando un niño está desamparado ante un lobo, pero hay suficientes claves para que el lector sepa lo que le ocurre sin decirlo. No es que haya escrito el libro para alguien, pero en él hay verdades como templos", ha comentado.
La escritora ha dejado claro que su intención no es que sea un libro "terapéutico" y evita situaciones "escabrosas": "No quería que el libro fuese bueno por eso. Quiero que sea bueno porque envuelva en su atmósfera y produzca desazón y muchas preguntas al lector".
El libro contiene el respeto y cuidado que Elvira Lindo ha obtenido a partir de mantener conversaciones con personas que han convivido con un trauma. "En esas conversaciones hay tanta delicadeza, tanto cuidado y tanto respeto, que yo quería que eso estuviera en las páginas. Me alegro mucho de que esa persona que nombro sin nombrar sienta el libro como un abrazo", ha declarado.
"Los libros pueden ser un refugio"
En la rueda de prensa, ha reconocido que los libros que leyó de pequeña -y los que escuchó contados por sus mayores- le han "ayudado" a escribir este. Algunas historias clásicas que se han modificado hoy para no ofender en referencias al género, apariencia o peso de los personajes, como ocurrió recientemente con las de Roald Dahl.
"Si te pones a recortar, recortas la oralidad de los personajes", ha criticado la escritora. Además, ha recordado que su libro 'Manolito gafotas' se dejó en el "chasis" en Estados Unidos, donde eliminaron expresiones como "ese anda como un chino". Asegura que esto "sucede en un país violentísimo, como son los Estados Unidos".
"Tener miedo de lo que pueda hacer un libro en la mente de un niño es estar muy equivocado. A lo mejor la venta de armas tiene algo más que ver", ha subrayado. La escritora ha lamentado que esto ocurra y sea como un acto de defensa a los menores: "No es la protección que a lo mejor necesitan, porque en el argumento de 'En la boca del lobo', la protección que necesita la noche es otra completamente distinta. Los libros pueden ser un refugio".