Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorUn estudio de la filosofía es importante para comprender cómo ha evolucionado el pensamiento humano a lo largo del tiempo, pero no solo nos permite conocer a los grandes pensadores y sus teorías, sino a comprender las suposiciones detrás de los argumentos, a identificar falacias en el razonamiento y formar nuestra propia opinión del mundo actual. Leer filosofía nos expone a puntos de vista alternativos y proporciona recursos para vivir una vida mejor. Las vacaciones son un momento ideal para filosofar: nos brindan el tiempo y la concentración necesaria para repensarnos y disfrutar de ello.
Para José Carlos Ruiz (@srjosekarlos) la verdadera ayuda no consiste en hacer lo que otros nos dicen, sino en aprender a desarrollar el pensamiento crítico por nosotros mismos, desde nuestras circunstancias, con nuestra perspectiva, y tomando las decisiones que más convengan a tenor del contexto. El legado de los grandes filósofos puede ayudarnos enormemente en ese reto. Es un ejercicio mental que se practica a cualquier edad y que se perfecciona a medida que uno logra desprenderse de los prejuicios y malos hábitos adquiridos a lo largo de la vida. Porque la filosofía no es otra cosa que el amor por el conocimiento, en este libro es una lectura ágil y cercana que nos acerca al pensamiento de los grandes filósofos de la historia a la vida actual.
El profesor de filosofía y escritor Eduardo Infante (@eledututor) se pregunta en este libro ¿Cómo se supera una ruptura sentimental? ¿Cómo se afronta la muerte de un ser querido? ¿Cuánto necesitamos comprar para ser felices? ¿Decir «yo también» es lo mismo que decir «te quiero»? ¿Cuándo deberíamos fiarnos de la Wikipedia? ¿Debe un hombre ser feminista? ¿Sirve de algo rezar? Cada capítulo te enfrentará a un problema de la vida contemporánea y te brindará algunas respuestas que los grandes filósofos han aportado. Aquí no encontrarás una única solución, sino respuestas alternativas e incluso contradictorias, y tendrás que ser tú el que juzgue cuál es la más válida; deberás mediar entre Kant y Bentham, Hobbes y Thoreau, Simone Weil y Platón… Este libro transforma la asignatura de filosofía en bachillerato en un curso de lecciones cargadas de ironía, sentido del humor y referencias al cine.
Zygmunt Bauman, uno de los sociólogos más respetados de nuestra época, nos ofrece un análisis de la sociedad contemporánea que pasará a formar parte de nuestra forma de interpretar el mundo. Bauman expone los problemas a los que todos nos enfrentamos y que no siempre sabemos cómo abordar. Con su prosa ingeniosa y provocativa, nos propone abandonar un modo de pensar que nos deja indefensos ante la maquinaria de nuestros propios gobiernos nacionales y las amenazas de desconocidas fuerzas externas, invitándonos a repensar este mundo moderno, flexible y desafiante a la vez.
La ética del cuidado se ha convertido en un tema central y perentorio a raíz de la pandemia de la covid-19. Para la filósofa Victoria Camps, hay que reconocer que existe un derecho a ser cuidado y un deber de cuidar que no admite excepciones, que afecta a todo el mundo y cuya responsabilidad ha de ser asumida individual y colectivamente. Tiempo de cuidados se propone acallar las voces que aún se resisten a colocar el cuidado en un lugar prominente, contraponiéndolo a la justicia. Ambos son valores complementarios, pues las categorías anejas al cuidado rompen la concepción binaria del género que el feminismo aún no ha conseguido sustituir. Como dice Carol Gilligan: "En un contexto patriarcal, el cuidado es una ética femenina; en un contexto democrático, el cuidado es una ética humana".
Francesc Torralba hace en este libro una exploración de la humildad, una virtud, que, en su propia pequeñez, no forma parte de las virtudes teologales ni cardinales y no goza, en la modernidad y la posmodernidad, de un valor preeminente. La humildad, afirma el autor, tiene una profunda afinidad con los grandes vectores de nuestro tiempo: la incertidumbre, la debilidad de la razón, la vulnerabilidad de las instituciones, la falibilidad de los sistemas, la sociedad del riesgo, el agotamiento de los recursos, en definitiva, con la sensación de vértigo que siente el ciudadano frente al mundo que le circunda.