Infidelidades, drogas o corrupción en 'Secretos', lo último de Jerónimo Tristante

El autor Jerónimo Tristante (@JernimoTristant) se alzó con el XII Premio Logroño de Narrativa 2018 por su novela Secretos (Ed. Algaida @AlgaidaEditores), que acaba de publicarse recientemente. Se trata de una novela negra, un género que este licenciado en biología en la Universidad de Murcia y profesor en la actualidad en un instituto de educación secundaria conoce a la perfección pues es creador de la famosa saga del detective Víctor Ros, cuyas aventuras se adaptaron en una serie de Televisión Española emitida en el año 2015.

Novela policíaca

En Secretos no abandona el género negro, pues se trata de una novela policíaca, solo que centrada en un tema algo diferente: la extorsión. El autor explica que ha querido jugar con la idea de que en la información siempre es un arma de poder: “Y no me refiero a los dosieres sobre presidentes de consejos de administración o grandes políticos, sino a la información, deslices o secretos de gente normal, como nosotros. Partí de la siguiente pregunta: ¿qué pasaría si alguien, una desalmada, se dedicara a eso como modus vivendi?, ¿a obtener información sensible sobre gente de su entorno y utilizarla?”

La trama se desarrolla en una urbanización de lujo donde todo el mundo sabe los secretos que esconde cada vecino. Recopilados y haciendo uso de ellos de una forma hábil, pueden convertirse en una auténtica bomba de relojería y en un método de extorsión infalible.

Corrupción y final apoteósico

A su vez, la novela está rodeada de temas tan de actualidad como la corrupción política. Asegura Tristante que esta no era su intención inicial, pero la historia está ambientada en el Levante con un clima paradisíaco, golf, muchas horas de luz… y como en nuestro país en la franja que va de Murcia a Castellón, se han vivido los casos más graves de corrupción política de los últimos 25 años, la novela se prestaba a ello. Al fin y al cabo, en ella se habla de las debilidades de la gente y esta es una de tantas, pero también aparecen otras como las infidelidades o la adicción a la cocaína.

El escritor asegura que se ha divertido mucho escribiendo esta obra y sobre todo con sus protagonistas: Helen, que es una mala malísima, y su brillante antagonista, Ana. Además, ha calificado que el final de la novela es el más apoteósico que ha escrito nunca, algo que a su parecer no podía ser de otro modo con estos dos personajes y el tono de la novela, que necesitaba una despedida “vibrante, veloz y en la que cuadraran muchos hilos”.