Javier Urra alerta del "victimismo generalizado": "Hoy papá es el Estado"

El psicólogo y primer Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid, Javier Urra, aborda en su nuevo libro la "inmadurez colectiva" que, como alerta, deriva en un "victimismo generalizado", debido a la falta de educación en el esfuerzo, la austeridad, el crecimiento personal y en la forja de un carácter. "Hoy el papá es el Estado", ha zanjado.

Como ha explicado en rueda de prensa en el Colegio Oficial de la Psicología de Madrid, el "diagnóstico" de la situación actual es que los padres "sobreprotegen" y "lo siguen haciendo mayoritariamente", aunque actualmente es el Estado el que "infantiliza, arrinconando la vitalidad de la sociedad civil".

A juicio de Urra, se trata de un Estado que actúa como "padre omnipresente" y convierte a los ciudadanos en "menores inermes, caprichosos y quejicosos", lo que hace que sean unos votantes "eternamente niños" y "más fáciles de manejar", en el marco de una sociedad "infantilizada con responsabilidad personal diluida".

Por ello, en su libro Inmadurez colectiva (Dykinson, S.L.), Urra hace un análisis de una sociedad "narcisista" e "individualista", que "vende" la necesidad de estar contento y feliz con "frases enlatadas". "Se propaga la necesidad de estar feliz a todas horas", ha alertado el psicólogo, que ha lamentado que los libros de autoayuda sean "un engañabobos", donde "las soluciones tienen que venir de amigos, de familiares, y desde luego de terapeutas".

En ese contexto, como ha destacado el decano del Colegio Oficial de Psicología de Madrid, José Antonio Luengo Latorre, presente en el acto, con esta obra se incita a "parar la máquina" para entender qué cosas no se hacen bien. "Critica esa inflamación del mundo emocional" y, a su vez, hace "referencia, de una manera reiterada, a la necesidad de incorporar a la razón en el día a día", ha detallado.

Aspectos de diagnóstico y puntos de afrontamiento

Por ello, para analizar esa "inmadurez colectiva", Urra explora distintos "aspectos de diagnóstico" y ofrece otros "puntos de afrontamiento". El objetivo, como destaca, es "reivindicar la cultura del esfuerzo personal en una sociedad que fomenta el éxito fácil, la cultura del 'pelotazo', los muchos derechos y menos deberes".

De este modo, el psicólogo evalúa cuestiones como el "lloriqueo", el "autobombo" o los "adultos que no lo son", que ejercen una "parentalidad infantilizada" con padres que exponen a sus hijos "de manera continua y mercantilista" en las redes.

El libro también remarca, entre otras cuestiones, que los jóvenes "no se sienten atraídos por el quehacer cívico", pues "la gente no quiere asumir la responsabilidad". Asimismo, critica la "desviación a los expertos" de los problemas, ya que eso "patologiza también a la sociedad". "Todo tiene un diagnóstico, un niño que corre es un TDAH", ejemplifica.

A la hora de afrontar estos problemas, el psicólogo ofrece una serie de soluciones como "barrer la pseudociencia abaratada", educarse "para ser personas autónomas", evitar "el excesivo culto psicológico centrado en la cultura individualista" o retomar "la vida íntima y espiritual".

Con este libro, el autor busca ahonda en cuestiones "esenciales" para revertir la situación y no quedarse en "espejismos", además de profundizar en "qué es la vida, para qué es la existencia y cómo comprometerse por y para los demás".