Lenny Kravitz publica sus memorias con 56 años

El pasado mes de julio, el músico Lenny Kravitz (@lennykravitz) publicó un video en sus redes sociales donde anunciaba la publicación de sus memorias. Esta obra, escrita junto al biógrafo David Ritz, llegó a las librerías españolas a finales de octubre con el título Que rule el amor. En él, el músico repasa su complicada infancia y adolescencia en Manhattan y cómo llegó a convertirse en uno estrella mundial del rock.

Lenny Kravitz es cantautor, compositor, productor discográfico y actor. Además de sus propias composiciones, ha escrito y producido, por encargo, canciones para Michael Jackson, Mick Jagger o Madonna.

Además, como actor, ha logrado buenas críticas con sus papeles en el cine en películas como Los juegos del hambre, Precious y El mayordomo.

En 1989, Kravitz edita su primer álbum Let Love Rule, consiguiendo todo un número uno en las listas de éxitos e iniciando una prometedora carrera, que continúa en la actualidad. Y en sus memorias, que han tomado el nombre de ese primer álbum, el músico repasa los primeros 25 años de su vida que desembocan en ese primer disco.

Que rule el amor

La biografía de Lenny Kravitz está escrita a cuatro manos, con la inestimable ayuda de David Ritz, escritor y confesor, entre otros, de Ray Charles, Aretha Franklin, Marvin Gaye, Etta James y B. B. King.

En este libro, Kravitz cuenta su infancia marcada por las dificultades en la escuela de un niño tremendamente creativo al que le costó encontrar su sitio, y las tensiones familiares que no se lo pusieron fácil en casa. Desde los cinco años, Lenny ya quería ser músico y tocaba la batería y sus padres, amantes del jazz, le apoyaron siempre. Su adolescencia entre Nueva York y Los Ángeles tampoco fue fácil.

El roquero echa la vista atrás y desgrana las esencias de una obra tildada de extemporánea en sus primeros compases, y encumbrada ahora a lo más alto del pedestal roquero. No corrían buenos tiempos para el rock cuando, tras unos primeros tientos inciertos, Kravitz se enfrenta a las modas del momento y nada contracorriente.

Él mismo señala que “mi vida tiene que ver con los opuestos: blanco y negro, judío y cristiano”.

Estos años de la vida de Kravitz son la historia de una vocación temprana que, pese a una muy lenta germinación, rechazaría contratos con las más grandes discográficas hasta dar con su propia voz, tendría un final feliz. Lenny, mientras se curtía tocando por doquier, y sobrevivía pinchando en fiestas, rebozando pescado y alquilando el asiento trasero de un auto como vivienda, encontraría la salvación en la música.