Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorAna María Matute ocupa un lugar preferente en la literatura infantil y juvenil española. Formó parte de la generación de los “jóvenes asombrados”, nombre que ella misma acuñaría a los autores que reflejan la situación de la Guerra Civil en su infancia. Su biografía está llena de premios: el Planeta, el Nadal, el Cervantes… Además, de ser la tercera mujer en acceder a la Real Academia Española. Escribió novelas, relatos cortos y obras infantiles. Repasamos algunas de sus obras más importantes.
Con solo 17 años, Matute escribió su primera novela Pequeño teatro, que sería publicada 11 años más tarde y con la que lograría el Premio Planeta en 1954. En esta novela narra el desamparo, la soledad, los odios, la ambición y la crueldad de los seres humanos.
Ana María Matute escribió Los Abel, obra que quedó finalista del Premio Nadal 1947, a la temprana edad de veintiún años. Inspirado en la historia bíblica de Adán y Eva, reflejo del ambiente tras la contienda civil, es la oscura y encendida historia de una familia que llega a crear un ambiente tan tenso y tan apasionado que subyuga al lector. La publicación de este libro fue considerada como una revelación literaria.
Tejida de realidad y leyenda, de pasado y presente, Olvidado Rey Gudú es una gran metáfora del alma humana y su historia, alentada por los deseos y las inquietudes que desvelan al ser humano desde hace siglos. Narra el nacimiento y la expansión del Reino de Olar, con una trama llena de personajes inolvidables: la astucia de una niña sureña, la magia de un viejo hechicero y las reglas del juego de una criatura del subsuelo.
Esta novela es la primera de la trilogía Los mercaderes. Con la guerra civil como telón de fondo, Primera memoria, Premio Nadal 1959, narra el paso de la niñez a la adolescencia de Matia y su primo Borja. Los dos viven en casa de su abuela en un mundo insular ingenuo y misterioso a la vez. A través de la visión particularísima de la muchacha, asistimos a su despertar a la adolescencia, cuando, roto el caparazón de la niñez, ciega y asombra y hasta a veces duele el fuerte resplandor de la realidad. Una intensa galería de personajes constituye el contrapunto de su vertiginosa sucesión de sensaciones.
Galardonada con el Premio de la Crítica 1958 y el Premio Nacional de Literatura 1959, Los hijos muertos constituye uno de los principales hitos en la carrera literaria de Ana María Matute. Esta novela pertenece a la primera época de la escritora, y a través de los personajes se respira una dura crítica del fariseísmo, la defensa de la moral natural y la libertad de sentimientos. Ambientada en la guerra civil española, la autora ha empleado una prosa rica para mostrarnos un mundo lírico, vago y misterioso en el que transcurren las historias de unos seres que habitan en un bosque, sus relaciones, sus amores y su lucha contra el orden establecido.
La obra póstuma de Ana María Matute, Demonios familiares se publicó unos meses después de su muerte, en 2014, por la Editorial Destino (@eddestino). Se trata de una historia de amor y culpabilidad, de traiciones y amistad, al más puro estilo de la autora. Transcurre en una pequeña ciudad interior española en 1936, con una protagonista femenina que pronto será inolvidable.