Muchas personas sueñan con el día en que puedan jubilarse y lo esperan como una liberación de las cargas laborales, las cuales han tenido un gran protagonismo durante la mayor parte de nuestra vida. Sin embargo, hay otras que, una vez que pasa la ilusión inicial, experimentan un período de desilusión, o incluso depresión, durante el proceso de adaptación a la jubilación. Esta nueva etapa de la vida, junto con otras más, la trata el libro ‘De mayor quiero vivir’, escrito por Marcelo Cornellá, presidente de la Asociación Cultural de Mayores de Fuenlabrada (@acumafu). A través de él, se dirige directamente a las personas mayores para ayudarles con las preocupaciones habituales que van surgiendo a medida que la población envejece.
‘De mayor quiero vivir’ es una especie de manual o guia dirigido a las personas mayores después de la jubilación. Toca varios temas como, por ejemplo, las relaciones con la familia y con los antiguos compañeros de trabajo, el sexo, la herencia o las residencias.
Tal y como explicó Marcelo Cornellá a la 'Cadena Ser', el objetivo es “orientar a las personas y hacerles saber lo que les va a pasar en el futuro”. Concretamente, el autor sostiene que, cuando nos jubilamos, tendemos a llamar muy a menudo a nuestra familia, sin saber que quizá estamos molestando. Esto último lo trata en el capítulo ‘No estorbar’, donde también incluye otras situaciones que “pueden llegar a ser traumáticas” como, por ejemplo, ir a visitar con demasiada frecuencia a los antiguos compañeros en el trabajo y no ser bienvenidos.
Las residencias o la soledad
Igualmente, el libro indaga en otros temas como los hijos que decepcionan, el sexo o las residencias. Con respecto a este último, Cornellá cuenta a la cadena de radio que, “para nosotros, la residencia es el último recurso” ya que considera que “hay mucha escasez" y que deberían atender más a sus mayores. Además, el autor afirma que es muy duro, para algunos mayores, el hecho de tener que abandonar su entorno y que, para no molestar a sus hijos, muchos deciden guardar silencio y se resignan. Dicho esto, defiende que la asistencia domiciliaria es una buena alternativa si la persona se vale por sí misma y que varias comunidades otorgan ayudas a quien la necesita. A su vez, opina que las personas “somos un negocio” para el modelo actual de estos centros.
El libro acaba con ‘La vida es bella’, su último capítulo. En este, Cornellá lanza un mensaje optimista y esperanzador y defiende que “si le ponemos voluntad podemos ser muy felices solos y con nuestra pareja”.
Finalmente, Marcelo Cornellá comenta que, en estos momentos, está volcado en otro proyecto relacionado con la lucha contra la soledad, un sentimiento que denomina como “la enfermedad de este siglo”. Igualmente, en 'De mayor quiero vivir' el autor dedica un capítulo a tratar este problema social.