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La ilustradora Pilarín Bayés ha llegado con su nuevo libro, 1.000 motius per viure, al millar de libros publicados, lo que coincide además con su 80 aniversario: "No esperaba tanto de la vida", ha dicho en una entrevista de Europa Press.
La Galera fue la editorial con la que publicó su primer libro en 1964, El meu pardal, y es la que publica también ahora este último, en el que recorre su vida para encontrar los 1.000 motivos que la han impulsado a vivir.
"Ya con el primer libro entendí que si no podía continuar trabajando de esto no servía para nada", ha explicado Bayés, y ha recordado cómo la pedagoga Marta Mata la eligió para ilustrar un cuento en los años 60, cuando estudiaba Bellas Artes, junto a otras dos mujeres que también se han dedicado toda su vida a este oficio: Fina Rifà y Maria Rius.
Su objetivo con este nuevo libro es que sirva para que el lector lo abra por la página que quiera, sin necesidad de leerlo de forma ordenada, y sea como una especie de Imitación de Cristo, de Tomás de Kempis.
"Quiero que, por ejemplo, cuando vean los compositores que admiro, se planteen qué compositores admiran ellos. Que sea como una especie de espejo para que la gente encuentre sus motivos de vivir", ha dicho.
Ocho bloques
Ha agrupado sus motivos para vivir en ocho bloques en los que habla de los momentos estelares de su vida, como el nacimiento de sus hijos; los valores que la acompañan, como su fe en Dios, y de la poesía, las artes y los artistas, destacando a pintores, escultores y cantantes como Josep Maria Subirachs y Lluís Lach.
También habla de su oficio, recordando al editor Andreu Dòria y sus inicios en La Galera; de las personas que la conmueven, como el sacerdote Joan Alemany; de su pasión por descubrir el mundo, y de su amor por Catalunya y su independentismo.
Una mujer trabajadora
Bayés ha explicado que le hace "una especial ilusión" publicar su libro número 1.000 porque le gusta que se pueda decir de ella que fue una mujer trabajadora, independientemente de que haya gente a la que le guste más o menos su obra.
Asegura que solo contadas veces, cuando ha tenido problemas personales, ha tenido dificultades para dibujar, y que a ella la inspiración le viene trabajando.
En cuanto a su 80 aniversario, ha explicado que muchas veces la gente llega a su edad muy desengañada, pero que ella en cambio se siente muy feliz: "Seguramente sea porque no esperaba tanto de la vida".
"Yo soy mala cocinera, mala ama de casa, no conduzco... Soy una persona bastante inútil, pero para dibujar sí que he valido", ha concluido, y ha asegurado que seguirá haciéndolo mientras pueda.