Teresa Rey
Libros
Sevilla se prepara para conmemorar el fallecimiento de Gustavo Adolfo Bécquer
Desde el día de su nacimiento, el 17 de febrero, la ciudad hispalense recordará a este poeta
“¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas? Poesía… eres tú”, esta es la rima XXI, una de las más repetidas de Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida, más conocido como Gustavo Adolfo Bécquer. Este poeta y escritor nació el 17 de febrero de 1836 en Sevilla (Andalucía), y falleció en el año 1870, al igual que su hermano Valeriano, un gran pintor que hizo de este arte su medio de vida. De modo que en 2020 se cumplen 150 años de la muerte de ambos artistas.
Por este motivo, la ciudad de Sevilla ha preparado toda una serie de eventos a lo largo del presente año para conmemorar esta efeméride, que tendrá como punto de partida el día de nacimiento del escritor. De hecho, en esta fecha se ha programado una visita institucional a la Glorieta del Parque de María Luisa dedicada a este poeta.
Un autor polifacético
Después se han programado toda una serie de rutas guiadas y lecturas poéticas en distintos puntos de la capital hispalense, y que están vinculados a la vida de los Bécquer.
El escritor es tal vez el más conocido de los dos hermanos. Sus obras y su poesía son una reflexión sobre temas tan universales como el amor y la muerte, y siempre desde su particular punto de vista. Su pasión por la literatura es algo que comienza a sentir desde muy joven. Pero este no será el único arte que practique el poeta, ya que la música y la pintura forman parte de su vida de una manera destacable.
La pintura estuvo presente desde su infancia porque provenía de una familia de pintores, ya que su padre, su tío y su hermano lo fueron. De hecho, esta habilidad será patente en los dibujos que aparecen en algunas de sus obras. Una afición que trasladará a su lenguaje literario, sobre todo el empleado en las leyendas o en algunas críticas periodísticas de arte que escribió, pues también ejerció una importante labor como periodista.
'Rimas y Leyendas' (Ed. Austral)Hay otra habilidad más por la que destacó este autor: la música. Conocía las producciones burguesas del momento al detalle, es decir, la ópera y la zarzuela. En sus artículos menciona títulos operísticos y compositores consagrados, y además colaboró en la creación de algunas zarzuelas junto a Luís García Luna, escritor y autor dramático de la época. Además se sabe, que tenía un buen oído y que era diestro al tocar el piano y la guitarra. Los cantares y las coplas sevillanas estarán también presentes en sus creaciones literarias.
Esta pasión por la música es una constante en sus Rimas y Leyendas, donde se entremezclan la naturaleza y las teorías neoplatónicas sobre la armonía del cosmos que conoce en la escuela poética sevillana. Las melodías están muy vinculadas a sus composiciones poéticas. Algo que por ejemplo se aprecia a la perfección en la leyenda El miserere. En ella, el protagonista es un músico que trata de hallar la obra suprema mediante la inspiración que le ofrece la naturaleza.
En cuanto a su gusto por la escritura, cabe destacar que tuvo mucho que ver la biblioteca de su madrina Manuela Monehay Moreno, cuyo vínculo con ella se estrechó tras el fallecimiento de los padres de Bécquer. Gracias a los libros que había en esta habitación tan vital en la vida del autor, conoció a los literatos más relevantes del siglo anterior y se acercó al Romanticismo europeo. Además, para escribir sobre el amor con esa expresión tan íntima y sentida que le caracteriza se vio influenciado por Byron, Lamartine o Musset, entre otros.
Rimas
Constituyen un conjunto de poemas escritpos por Bécquer, que representan el romanticismo tardío y que se publicaron tras el fallecimiento del autor. En su primera edición aparecen 76 piezas, pero hay algunas ediciones posteriores que recogen hasta 96 en total.
Bécquer dejó escrito un manuscrito con el título El libro de los gorriones, firmado en 1886, que será vital para la edición definitiva de sus Rimas. Tras su muerte, sus amigos Narciso Campillo y Augusto Ferrán, que no conocían este manuscrito, recopilaron su obra y publicaron una primera edición en 1870, bajo el título de Obras. Después, en 1871 se lanzó otra nueva publicación pero en dos volúmenes, Rimas, con 76 piezas, junto a sus Leyendas en prosa.
En 1914, se dio a conocer el manuscrito autógrafo que se hallaba en la Biblioteca Nacional de Madrid, lo que provocó que se hiciera una revisión de las Rimas. Esto fue así porque aparecieron poemas que no estaban en la edición de 1871, y había variaciones en la ordenación y correcciones de texto.
'Leyendas' (Ed. Cátedra)Leyendas y otras obras
Las Leyendas fueron escritas por Gustavo Adolfo Bécquer y publicas entre 1858 y 1865, en periódicos madrileños como El Contemporáneo o La América. Se las califica como posrománticas, de carácter íntimo, y en donde se hace alusión a un pasado histórico. Se parte de un hecho verosímil, pero rodeado de elementos fantásticos.
Algunos títulos más conocidos son Maese Pérez, el organista, Los ojos verdes, La ajorca de oro, El monte de las ánimas, El beso o El Miserere.
Otras obras destacadas del autor son Cartas literarias a una mujer, escritas entre 1860 y 1861 y publicadas en El contemporáneo. En este este periódico aparecieron también Cartas desde mi celda (1864). A su vez, Bécquer dejó escritos gran cantidad de artículos debido a su labor como periodista y escribió varias obras de teatro.