N. Abril
Dos meses de confinamiento nos han servido para aprender que cualquier producto es susceptible de convertirse en un bien de lujo durante una pandemia. Primero fue el gel hidroalcohólico, luego el papel higiénico, y más tarde nos lanzamos a por la harina y la levadura. Hoy es el turno de las piscinas hinchables.
Con la llegada del buen tiempo y el comienzo de la desescalada, aquellos que cuentan con una parcela en la que poder instalar una de estas piscinas habrán visto que en las últimas semanas son difíciles de encontrar en las grandes superficies o los tiempos de entrega se dilatan en el tiempo.
Los modelos desmontables, versiones infantiles, con depuradora incorporada o de gran obra, todas son opciones solicitadas a pesar de variar su precio desde los 150€ (versión desmontable) hasta superar los 20.000€ las que requieren de construcción u obra.
Entre las principales razones para este aumento de la demanda hay que incluir el que llevo al boom del papel higiénico, la harina o la levadura: la incertidumbre. Previsiblemente los niños no volverán al colegio hasta septiembre y las vacaciones fuera de nuestra residencia habitual dependerán de la fase de la desescalada en la que se encuentre tanto nuestro territorio como el de destino estival. A ello se suma que las piscinas públicas no tienen claro si podrán abrir y en qué condiciones, así como las playas. Todas estas incógnitas llevan a los usuarios a ser más previsores.
Según apuntan desde Leroy Merlin (@leroymerlin_es) esta 'fiebre' por las piscinas comenzó a en los últimos días de abril, "pero explotó a finales de la primera semana de mayo". En esas fechas fue cuando comenzaron a detectar fuertes incrementos, en torno al 350% respecto al peroido de 2019.
Las compras de piscinas, al igual que ocurre con otros muchos productos, se realizan meses antes de que se inicie la campaña, en base a las previsiones de ventas de años anteriores. Como en esta ocasión la demanda ha crecido de forma desmesurada en muy poco tiempo, se han agotado todos los stocks disponibles, incluso de años atrás.
Si aun así quieres probar suerte e intentar tener una de estas opciones para refrescarte este erano. Aquí te ponemos un listado de las pisicnas que puedes comprar: desde la más exclusiva hasta la más económica:
Piscinas de obra
Puede ser de la forma que quieras, con chorros, toboganes tramplines… Necesitarás un espacio amplio, un jardín o terreno ya que habrá que excavar un hoyo y crear las paredes, además de un mes para tenerla terminada. Son más caras ya que requieren de más procesos en la construcción. Por ejemplo, una piscina con un vaso de 6x13 metros y una profundidad de 1-1,5 metros puede llegar a tener un coste medio de 19.500 euros.
Piscinas prefabricadas
En este caso nos ahorramos los pasos de la instalación: tan solo hay que hacer un agujero estable en el jardín, rellenar la base de gravilla y colocar el vaso. Además, se instala en menos tiempo, son totalmente estancas, sin filtraciones, mantienen mejor la temperatura y, sobre todo, son en torno a un 20% más baratas que las de obra. 13.000 euros para una piscina en forma de riñón de 5,20 x 2,90
Piscina prefabricada al aire
En este caso no es necesario hacer ningún tipo de obra, por lo que el precio disminuye considerablemente. No es necesario ni un agujero ni material de obra. Una piscina de 3,75m x 2,00m x 0,68m (altura), sin escalera y con 10 años de garantía sale a 1.399 euros sin instalación, y a 2.174 euros con ella.
Piscina desmontable
Es la opción más temporal y más económica. Las hay que necesitan únicamente adecentar el espacio donde se instalarán hasta las que tienen una estructura tubular y hay que montarlas poco a poco. El precio variará en función del tamaño. Una estándar de PVC, de 300x76cm tendrá un precio de 150€, mientras que una algo más grande, podrá salir por 300€.