Los motes de los números de lotería: león, zanahoria, guerra o matrimonio

La niña bonita, los patitos o la muerte. ¿Sabes a qué números corresponden? Al 15, al 22 y al 00, respectivamente. Pues bien, hay algunos vendedores de cupones y de Lotería que además de conocerlos a la perfección los pregonan sin parar para atraer a los supersticiosos.

En muchas zonas de España existe la costumbre de pregonar los motes de las terminaciones de los números de la ONCE o de la Lotería. Ahora que llegan fechas en las que los números llegan a ser una obsesión para muchos, lo de ir por la calle y escuchar el número del cumpleaños de tu hijo o la palabra ‘rosa’ que te puede recordar al sueño que tuviste la noche anterior, puede ser uno de los mejores ganchos para los vendedores.

Esta tradición hay quien señala que tiene su origen en la zona levantina, donde nacen las rifas de ciegos a primeros del siglo XX.

Pero, ¿sabes cuántos motes existen para las últimas cifras de estos boletos? Puede que más de 100. Entre los más curiosos, además de la popular niña bonita, están la agonía (99), el escapulario (44), el tambor (45), el sombrero (46), la rosa (10), y así sin parar.

Hay algunos que están ligados a acontecimientos históricos como el 36, la guerra, en alusión a la Guerra Civil española. Los civiles, el 55, hace referencia a los guardias civiles, quienes suelen ir en pareja.

Números con motes de animales como el león (30), los pollos (26), el perro (38) o el toro (39); para las verduras como el pimiento (53), la zanahoria (57) o la cebolla (63).

Hasta para aquellos que sean amantes del chocolate existe un número, el 67.

Esta tradición tan conocida y practicada en muchos pueblos de nuestro país, hace que en ocasiones haya personas que pidan al vendedor un cupón o un décimo por su mote en lugar de por el número en sí. ¿Lleva la abuela? (el 60).

El matrimonio, el 81, la cucaracha el 78, la rata, el 94, todos ellos, número con significado especial o no, para muchos, pero memorizados por vendedores de diferentes zonas de España que con su cántico nos los acercan para despertar en nosotros una simpatía o sentimiento por un número.

El 65 es la pelea, pero nosotros preferimos quedarnos en estos momentos con el 96, para celebrar la fiesta de la Navidad.