Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
… saber más sobre el autorSi aun no tienes plan para este verano, te traemos una propuesta: visita Cantabria. Siempre es una buena opción porque ofrece al viajero mar y montaña, ciudades y pueblos, unas playas maravillosas y una gastronomía para saborear. Te dejamos la lista de los imprescindibles que no puedes pasar por alto en tu visita a Cantabria.
Una ciudad que mira al Cantábrico y que disfruta de sus playas, como la del Sardinero. Precisamente, es una de las zonas más bonitas de Santander, donde se encuentran históricos hoteles, como el Hotel Real, o establecimientos de ocio como el Gran Casino y distintas mansiones palaciegas. Completa tu visita a esta zona llegando hasta el faro del Cabo Mayor.
Es imprescindible disfrutar del ambiente del paseo marítimo de Santander. No puedes dejar de visitar el Palacio de La Magdalena, sin duda, uno de los referentes turísticos de la ciudad. El Centro Botín y la catedral son dos edificios, uno moderno y otro antiguo, que completan los imprescindibles de la capital cántabra.
A los pies de los Picos de Europa nos encontramos la villa de Potes, capital el valle de Liébana y lugar de peregrinación, que suponen una visita imprescindible. Potes es uno de los pueblos más bonitos de España, por lo que perderse por sus calles es parada obligada para el viajero. Muy cerca sale una carretera que te lleva hasta el monasterio de Santo Toribio de Liébana, lugar de peregrinación y donde se pueden admirar unas espectaculares vistas del valle.
Muy cerca de Potes llegamos a la base del teleférico de Fuente Dé, un funicular que salva un desnivel de 750 metros en tan sólo cuatro minutos, elevando al pasajero a unos 1850 metros de altitud y ofreciéndole una panorámica impresionante, tanto del valle del Liébana como de las impresionantes cimas de los Picos de Europa.
La costa de Cantabria está llena de preciosos rincones, pero hay uno que es especial, el faro del Caballo. El faro está en el acantilado del monte Buciero, a la entrada de la ría de Santoña. Sus aguas turquesas atraen a los turistas, aunque el acceso no es fácil. La ruta hasta el faro comienza en el paseo marítimo de Santoña; hay unos cinco kilómetros y los escalones para acceder son un tanto irregulares. Eso sí, el chapuzón en este maravilloso sitio merece la pena.
Con más de 200 kilómetros de costa, Cantabria ofrece unas maravillosas playas a sus visitantes: enormes, pequeñas calas, rocosas, de arena dorada, tranquilas, salvajes… Es difícil quedarse con una sola, pero algunas de las más bonitas son las de Berellín, Gerra, Oyambre, Valdearenas o Mataleñas.
Antonio Gaudí dejó su huella en Comillas, con un fantasioso y colorista palacio llamado el Capricho de Gaudí. Una maravilla arquitectónica que se ha convertido en símbolo de la ciudad. Tampoco puedes perderte el palacio que alberga la Universidad de Comillas, además de recorrer el casco histórico de esta preciosa villa marinera.