Música antigua en los Pirineos: 33 municipios donde disfrutarla este verano mientras haces turismo

El Festival de Música Antigua de los Pirineos (Femap @Festival_FeMAP) ofrecerá, hasta el 22 de agosto, 48 conciertos de música antigua en 33 municipios pirenaicos de Catalunya, Andorra y Francia, con artistas procedentes de distintos países europeos. Pero este festival, que ya llega a su décima edición, no se centra solo en la música sino que también apuesta por el patrimonio local y la naturaleza pirenaica ofreciendo visitas guiadas, degustaciones o actividades culturales incluidas con el precio de la entrada.

(Foto Femap)

La 10ª edición del Festival de Música Antigua de los Pirineos contará con la participación de más de 150 intérpretes de grupos y solistas, entre los que figuran la mayoría de los que estaba previsto que actuaran en el Femap 2020, que se canceló debido a la crisis sanitaria provocada por la pandemia de la Covid-19. El cartel de este año incluye una producción propia con el grupo Ensemble Brudieu y el concierto Officium Defunctorum Urgellensis. Se trata de un trabajo encargado a los musicólogos Màrius Bernadó y Bernat Cabré, que han partido de trabajo que ha hecho la Universidad de Lérida en materia de recuperación patrimonial. El festival incluye packs turísticos para disfrutar a la vez de la música y del patrimonio de la zona donde se desarrollan los conciertos. En este sentido facilita paquetes de hotel con entrada y visita guiada. Los precios de las entradas tienen dos tarifas diferenciadas (normal y reducida) entre los 10 y los 20 euros en función del tipo de grupo, el lugar donde se realiza el concierto y el momento en que se compran las entradas .

También en residencias de mayores

El Festival de Música Antigua de los Pirineos ha impulsado de manera paralela el proyecto denominado 'Femap Social', que busca facilitar el derecho de acceso a la cultura a los colectivos vulnerables ofreciendo actividades y propuestas socioeducativas y lúdicas de música antigua en 19 residencias de gente mayor. Según sus responsables, se trata de la parte “más social” del festival: “un programa de intervención socioeducativa que pretende acercar la música del festival a todos los sectores de la población, especialmente a aquellas personas que tienen más dificultades para acceder a la cultura. Todo el mundo debe tener derecho a acceder a los conciertos y a la música del festival”.