Todos sabemos a qué se refiere alguien cuando habla de "música de gasolinera". Se podría decir que es algo así como música superventas consumida por la clase popular que triunfa sin la aceptación de la crítica ni el apoyo de los medios.
Es música denostada por el gremio musical, asociada a lo marginal, al mal gusto, a lo chabacano, a lo kitsch, a lo barriobajero y a la falta de criterio y clase. El ejemplo más destacable es Camela, que, siendo el segundo grupo que más discos ha vendido en España, apenas ha contado con el apoyo de la industria.
Portada de Dame más gasolina
Hoy llega a las librerías Dame más gasolina. Un recorido por la música de la gasolinera, presentado por Oro Jondo y publicado por Libros Cúpula. Oro Jondo es un proyecto artístico multidisciplinar creado en 2014 por Juan Sánchez Porta (1989, Lorca) que se caracteriza por la creación de obra plástica, textil y diseño aplicado a producto con un carácter desenfadado e intencionadamente kitsch.
Este libro es un recorrido musical por esa "música de gasolinera" que nos ha acompañado desde el siglo pasado (desde la irrupción del casete en España a mediados de los 70) hasta la actualidad. Un repaso por los diferentes artistas y estilos, y por su evolución en estética, sonido y formatos de escucha.
Y todo esto narrado de una forma visual a través de la mirada y el peculiar estilo de los collages digitales de Oro Jondo. Además, los diseños llevan incorporados códigos QR vinculados a listas de reproducción de temas destacados, actuaciones, entrevistas o momentos icónicos de los artistas.
Juan Sánchez Porta. Foto: Instagram
Virginia Díaz, responsable del cada vez más popular programa de TVE Cachitos de hierro y cromo, explica cómo la música de gasolinera "no es un género, ni un estilo completo, más bien una marca no escrita, de la que muy pocos se han vanagloriado y que, sin embargo, ha generado infinidad de melodías perdurables y genuinos sonidos". Y añade: "No faltaban tampoco las cintas de chistes, ni de humoristas. También había de tunas, e incluso de marchas militares. Pero en resumen, la música de gasolinera es aquella que se vendía, tanto o más, en las estaciones de servicio, ferias y mercadillos, como en las también hoy casi extintas tiendas de discos".
Y es que la gasolinera como punto de venta musical cobra sentido a principios de los setenta, con la llegada del casete a España. Las estaciones de servicio lucían expositores llenos de canción melódica, copla, flamenco y rumba, estilos a los que, con el paso del tiempo, se les fueron sumando otros nuevos. Las divas nacionales se fueron mezclando con las internacionales, el quejío flamenco con el agudo metalero y la guitarra española con sintetizadores.
La gasolinera vio nacer la tecnorumba, que se hizo con el pódium del expositor, al que más tarde se subieron otros géneros como el bakalao, el reguetón, la canción del verano y los éxitos superventas que muchas veces llegaban concentrados en recopilatorios ya inolvidables y que forman parte de nuestro bagaje musical Este libro nace con la intención de hacer un recorrido por la música de gasolinera y más allá, poniendo énfasis en el "más allá", pues no todos los artistas que aquí se reúnen pertenecen al cien por cien a este concepto (que, además, es bastante abstracto) ni tampoco están todos los artistas que podría englobar esta expresión. Más bien es una selección personal, propia, de artistas que creo pertinentes para hacer un repaso de la música popular que nos ha acompañado desde el siglo pasado hasta la actualidad.
Como el propio Juan Sánchez Porta explica "la propuesta surge de mi interés por la cultura popular y por cómo esta cala en la sociedad. Soy una persona que se crio en los noventa en una zona rural rodeada de costumbrismo, en gran parte educado por la televisión y la cultura mainstream. Por ello, muchos de mis referentes se suelen tomar como 'casposos', referentes que, por otro lado, han sido parte importante de la sociedad y la farándula, y que, por tanto, forman parte del imaginario colectivo y la idiosincrasia de la clase media española".
"He creado este libro basándome en mi visión, con el humor, la ironía y la acidez que caracteriza al proyecto Oro Jondo. No es una tesis, ni pretendo sentar cátedra. Eso lo dejo para otros. No soy ningún erudito ni entendido en la materia, así que no toméis en serio nada de lo que aquí aparece. Solo pretendo hacer sentir al lector ese halo de nostalgia y de' recuerdo desbloqueado' al pasar las páginas.
Algunos personajes que aparecen en Dame más gasolina son:
Isabel Pantoja
Como dice Laura Estudillo en el podcast ¡Qué mujer!, que hace junto con Laura Put: "La vida de la Pantoja es el sueño húmedo de un guionista". Maribel es la tonadillera más mediática, ha jugado como nadie al juego del tomate. Acabó peleándose a muerte con Telecinco, pero años más tarde su firmó un contrato millonario con la cadena y se fue con su hijo Paquirrín, AKA DJ Kiko Rivera y con Jorge Javier Vázquez a retransmitir las campanadas de la Nochevieja más vista de la televisión privada.
Camarón
En 1979, y bajo el nombre de Camarón, sin incluir «de la Isla», lanzó La leyenda del tiempo, un disco clave en la historia del flamenco, ya que supuso una auténtica revolución al mezclar sonoridades propias del jazz y el rock con el flamenco. Esto fue totalmente rompedor y tuvo un increíble número de detractores en la época. El purismo es lo que tiene con los adelantados a su tiempo. De hecho, Camarón siempre dijo que, en muchas ocasiones, no se entendía su arte.
Manolo Escobar
Manolo Escobar es un claro ejemplo de patriotismo verbenero, con temazos como Viva el vino y las mujeres o Y viva España, cantados con ardor, por supuesto. Su verdadero éxito le llegó gracias a El porompompero, que convirtió a Manolo en un verdadero ídolo de masas. Lo petó descaradamente en los años sesenta. Aunque en esa época irrumpía en España la música pop y yeyé, y las radios dejaban al margen la canción popular española y el flamenco, Manolo Escobar tuvo un éxito fulgurante gracias a sus canciones y a sus nada menos que 19 películas.
Estopa
En los 2000, Estopa trajo a su generación la rumba mezclada con rock urbano. Volvieron a transmitir ese orgullo de barrio, de gente currante y sencilla que vive en los cinturones urbanos. Su primer disco fue un auténtico pelotazo y, gracias a su éxito, también empezó a moverse su maqueta, en la que había algunas de sus canciones publicadas en su álbum debut, pero sin censura, y que se iba pasando de mano en mano en casetes grabados. Con su estilo callejero, letras generacionales, directas y cotidianas, Estopa se convirtió en una de las bandas más importantes de la música española de la primera década de este siglo.
La Veneno
Con La Veneno se presentó la transexualidad a la España mediática. Empezamos fuerte, de frente y de repente, como diría Malú. Y es que menuda fiera era Cristina, que llegó a las televisiones de toda España por casualidad, desde una realidad oculta en los bajos fondos, para convertirse en todo un animal televisivo, en un icono, un mito, una leyenda. Ella fue la imagen de lo prohibido en una España que no terminaba de despegarse de la ranciedad por mucho aperturismo, mucha modernez, mucho tecno y mucho 1992. En su momento más álgido, Cristina presentó su megahit tecno-rumbero Veneno pa tu piel, que venía en un single con esta canción en la cara A y con El rap de la Veneno en la cara B.