Olga Selma
Olga Selma es redactora especializada en temas de salud, alimentación y consumo.
… saber más sobre el autorEn 1824 Beethoven estrenó su última obra orquestal, Sinfonía nº 9 en re menor. Sin embargo, antes de su muerte, tres años después, había comenzado a trabajar en una décima sinfonía.
Todo lo que queda de la Décima Sinfonía de Beethoven son bocetos fragmentarios del primer movimiento que comenzó antes de su muerte en 1827. Sin embargo, estos fragmentos ahora se han convertido en una pieza musical completa utilizando tecnología de inteligencia artificial.
Para celebrar el genio del compositor, la edición de este año del BeethovenFest en Bonn, Alemania, ofreció al público un regalo único: la décima sinfonía completada con la ayuda adicional de la inteligencia artificial.
El proyecto para reconstruir la décima sinfonía de Beethoven comenzó a principios de 2019, impulsado por Matthias Röder, director del Instituto Karajan. Con sede en Salzburgo, Austria, la institución se dedica a las tecnologías musicales, incluida la inteligencia artificial. Röder creó un equipo para reconstruir las partes dispersas, y entre los encargados de completar el trabajo se encontraban el compositor austríaco Walter Werzowa y el profesor Ahmed Elgammal, un experto en inteligencia artificial de la Universidad de Rutgers.
Anteriormente ha habido intentos anteriores de completar la sinfonía inconclusa de Beethoven. En 1988, Barry Cooper reunió los bocetos fragmentarios de Beethoven en un primer movimiento, pero no pudo ir más allá de esta sección debido al material limitado disponible.
Gracias al uso de inteligencia artificial pudieron garantizar que el trabajo se mantuviera fiel al proceso y la visión de Beethoven. Tal y como Dr. Ahmed Elgammal explicó en The Conversation que para que su proyecto fuera más allá, "el equipo tuvo que usar notas y composiciones completas de todo el trabajo de Beethoven, junto con los bocetos disponibles de la Décima Sinfonía, para crear algo que el propio Beethoven podría haber hecho. Tuvimos que enseñarle a la máquina cómo tomar una frase corta, o incluso solo un motivo, y usarlo para desarrollar una estructura musical más larga y complicada, tal como lo hubiera hecho Beethoven”.
El equipo ha tardado dos años en completar el trabajo. Pero ya en 2019 lanzó una muestra inicial de la décima sinfonía con una versión para piano que fue reproducido frente a periodistas, musicólogos y expertos de Beethoven que debían decidir qué partes eran originales o reconstruidas. Ya entonces, nadie en la audiencia pudo notar la diferencia.