Luciano Pavarotti y los tres tenores: ópera y fútbol

Todo empezó el 7 de julio de 1990 en las romanas Termas de Caracalla. Luciano Pavarotti, Placido Domingo y José Carreras, junto al director Zubin Mehta, daban, bajo el título de "Los tres tenores", un concierto coincidiendo con las celebraciones que rodearon al Campeonato Mundial de Fútbol que aquel año se celebró en Italia y que sirvió también para recaudar fondos con destino a la Fundación Carreras contra la leucemia.

El arrollador éxito de la iniciativa hizo que la experiencia se repitiese en el Dodger Stadium de Los Angeles, durante el mundial de fútbol de 1994; en los Campos de Marte, bajo la Torre Eiffel durante el campeonato de 1998; y en Yokohama coincidiendo con el campeonato que la FIFA organizó conjuntamente en Corea y Japón el año 2002.

Se había convertido ya en una tradición que los mundiales de fútbol y la opera en las voces de "Los tres tenores", fuera de la mano. Pero en el mundial de Alemania del año 2006 el cáncer que padecía el tenor italiano, y que acabaría con su vida al año siguiente, truncó ésta tradición.

"La palabra comercial es exactamente lo que buscamos. 'Los tres tenores' hemos llegado a 1.500 millones de personas con la ópera. Si quieren usar la palabra comercial, o algo más despectivo, no nos importa. Usen la que quieran", declaró Pavarotti en contestación a las críticas que recibieron estos conciertos por parte de los especialistas más puristas.

Unos conciertos en los que los tres artistas siempre disfrutaron tanto como el público que acudía a verlos cantar tal y comodesveló Plácido Domingo tras conocer la noticia del fallecimiento de su amigo: "Siempre le admiré esa voz gloriosa, un don de Dios; ese timbre inconfundible y especial desde las notas bajas hasta las más altas en la gama de un tenor. Pero también adoré su maravilloso sentido del humor. En varias ocasiones, durante nuestras actuaciones con José Carreras, tuvimos problemas para recordar que estábamos dando un concierto ante un público que había pagado su entrada, porque no dejábamos de divertirnos entre nosotros".