Música
'No todo va a ser…', concierto "impuesto" a Javier Krahe
Andreas Prittwitz rinde homenaje al cantautor fallecido en 2015
El 12 de julio de 2015 nos dejó Javier Krahe, el que para muchos, incluido Joaquín Sabina –del que Krahe aseguraba ser amigo aunque "no ejercemos como tales"– ha sido "el mejor cantautor que ha tenido la historia de la música española".
Uno de los miembros de la banda que siempre acompañó al imprescindible Krahe fue Andreas Prittwitz, un muniqués de la quinta del sesenta que llegó a España en los setenta y toca el clarinete, el saxo y la flauta de pico, vive en una pedanía asturiana con dos habitantes censados y además es capaz de llenar el auditorio nacional con la misma facilidad que el cantautor llenó infinidad de veces, entre muchas otras de toda España, la mítica sala Galileo Galilei en Madrid.
La historia de Javier y Andreas es la de dos músicos inmensos que compartieron no solo partituras sino, sobre todo, vida.
Tras la muerte de Krahe, sus músicos de toda la vida, el guitarra Javier López de Guereña, el contrabajista Fernando Anguita y Andreas Prittwitz mantuvieron vivo su recuerdo en una serie de conciertos en los que se presentaban como 'Huérfanos de Krahe', huérfanos de su amigo, el genio desaparecido.
Los años pasan para todos y la gente se jubila, se cansa o, simplemente, termina por rendirse, pero siempre hay quien mantiene viva la luz del recuerdo porque "alguien tiene que seguir cantando esas letras tan increíbles" y esa es la tarea que se ha encargado de llevar a cabo Andreas Prittwitz, que además de cantar y hacerse cargo de los vientos en su No todo va a ser…, concierto "impuesto" a Javier Krahe, está acompañado de Luis Fernández al piano y cuenta con la colaboración Federico de Haro, autor de la biografía de Javier Krahe Ni feo, ni católico, ni sentimental, y ha organizado un concierto para recordar los temas más emblemáticos del cantautor el 6 de noviembre a las 12:30 en el Ateneo de Madrid de la calle del Prado 21 dentro del ciclo 'Las Matinée del Ateneo'.
De esta forma, siete años después del fallecimiento de Javier Krahe, Andreas Prittwitz retoma la iniciativa de dar recitales con las canciones del maestro convencido de que es "una actividad absolutamente necesaria para el bienestar cultural de todos. Al ser el único activo de los ya disueltos 'Huérfanos de Krahe' y que asume la responsabilidad de la tarea como cantante y bundesklarinette".
Este será el primer concierto de 'Las Matinée del Ateneo', ciclo que organiza el propio Andreas Prittwitz en el Salón de actos del Ateneo de Madrid, en el que participarán próximamente Sheila Blanco - 11 de octubre- y Alberto Castrillo-Ferrer -18 de diciembre-.
Andreas conoció a Krahe en el año 1984 y desde entonces colaboró con él hasta su último concierto, si bien es cierto que durante un periodo bastante largo se ausentó y traicionó a Javier con otros artistas como Miguel Ríos, Joaquín Sabina, Víctor y Ana o Ismael Serrano.
Krahe lo aceptó de mala gana, pero le despidió como a un hijo que iba a recorrer el mundo, prometiéndole que cuando quisiera podría volver. Una vez que Andreas inició su proyecto personal 'Lookingback', de cuyo nombre, por cierto, es responsable el propio Krahe, le recordó a Javier su promesa y volvió junto a él y a Javier López de Guereña y Fernando Anguita, sus hijos predilectos –él sólo sería el pródigo–, que sí le habían sido siempre fieles. Así disfrutaron de cientos de conciertos divertidísimos, maravillosos e inolvidables hasta la última actuación de Javier en Boiro, el año 2015.
Una vez terminado el luto, nacieron los 'Huérfanos de Krahe', en la que sus tres mosqueteros (Javier, Fernando y Andreas, su Bundesklarinette) aprendieron a cantar sobre el escenario los nada fáciles versos de Javier, reviviendo así los viejos tiempos.
Entre pandemias y jubilaciones, los 'Huérfanos' se han disuelto y, como se h dice más arriba, Andreas ha decidido seguir adelante en solitario y cumplir así con la obligación de ofrecer a los numerosos seguidores y a las nuevas generaciones la posibilidad de volver a escuchar el incomparable repertorio krahesiano en vivo y para eso ha pedido ayuda a su amigo Luis Fernandez, pianista de Pedro Guerra o Luis Pastor, entre otros para cantar y tocar entre los dos las “parábolas musicales“ de Javier Krahe con un nuevo concepto musical y sonoro, dispuestos a abrir un nuevo capítulo en la interpretación de la obra y milagros del imprescindible Javier Krahe.
