OT 2020 Gala 5 I Televisión versus Twitter, ¿preocupación por la bajada de audiencia?
Lunes 17 de febrero de 2020
ACTUALIZADO : Lunes 17 de febrero de 2020 a las 16:00 H
9 minutos
En la Gala, Javy fue expulsado y hubo tres nominaciones
Lunes 17 de febrero de 2020
9 minutos
Hay preocupación por el hecho de que las Galas de OT no dejen de bajar en audiencia. Se dice que deberían haber dejado respirar el programa unos años más, que quizá ese fue el secreto de OT 2017. Los chavales no sabían a lo que iban, y fue una sorpresa para todos.
En la pasada edición, sabían demasiado bien a lo que iban, y eso le restó fluidez y naturalidad a todo el programa en general. Pero parece que este año ya se nos ha olvidado lo agónica que fue esa edición, lo cansado que estaba todo el mundo: el profesorado, Roberto Leal… no había química y todos estaban deseando que aquella tortura terminase. Ahora no dejamos de comparar a estos con aquellos y de echar de menos todo lo que se criticaba. Pero lo cierto es que los concursantes de esta edición (después de la expulsión de los que enturbiaban el ambiente) son, en general, bastante majos y se ve que tanto los profesores como el presentador disfrutan más de su compañía y del transcurso de las galas.
Este año no hay tantos ídolos adolescentes como gente que, al salir, pueda tener un lugar diferenciado en el panorama musical. Al mismo tiempo, el programa ya ha producido dos singles compuestos por concursantes y está en camino de producir 5 más. Y es, semana a semana, el programa más comentado en redes sociales y TT mundial. Cuando esta edición haya terminado, la mitad tendrán ya canciones editadas y estrenadas, y unos perfiles con cientos de miles de seguidores en redes sociales. Y la pregunta es ¿Qué queremos que sea OT? ¿Una plataforma lanzadera de nuevos talentos o un reality show?
Puede que lo más importante ya no sea el número de televidentes. No se puede negar que cada año, el formato va dando más importancia a su presencia en redes sociales y buscando nuevas fórmulas para seguir el programa sin necesidad de quedarse el domingo viendo la tele hasta las 2 de la madrugada. El formato gala sigue recordando a OT 2001, pero el público no puede estar más alejado de esa concepción de programa de prime-time. Los medidores han cambiado, y este año tendremos la oportunidad de comprobar el éxito o fracaso de la nueva concepción de OT, más encaminada hacia la composición de temas propios y al lanzamiento de nuevos talentos con voz propia.
Parece que el tema del talento joven se está empezando a tomar en serio. Lo que no tenía sentido era que nadie sacase un single hasta después de terminado el concurso, y que todos fuesen canciones y videoclips enlatados producidos en cadena por Universal y sus Técnicos en Mal Gusto. La mayoría de los y las concursantes componen, y algunas lo hacen realmente bien. El precio que hay que pagar por esto es que quizá no sean buenas intérpretes de canciones basura. Y, aunque el reparto de temas haya subido en calidad este año, Noemí Galera y sus colegas siguen empeñándose en ponerles canciones que, en muchos casos, parece que lo único que buscan es ridiculizarlos.
La gala
La gala de ayer, como todas, fue interminable. Es alucinante la de paja que sacan de 9 actuaciones musicales. Hay muchos más minutos de reality que de música.
Abrió la gala Anajú arriesgándolo todo con La Sandunguera de Nathy Peluso. Y ocurrió otra vez el caso de la nominada, hasta que escogen ellas mismas la canción no hay forma de ver una buena representación. Anajú le echó ovarios y consiguió cantar de forma personal y no imitar a Nathy, lo que habría sido terrible. Era muy fácil que Anajú hiciera el ridículo ayer, pero salió reforzada.
Javy fue el primer concursante de la historia de OT en cantar su propia canción en una gala. Una canción como tantas otras en el panorama, pero hay que reconocerle a Javy cierta originalidad en el mensaje. Con la poesía de Neruda que leyó en el libro de Lengua Castellana de 2º de Bachillerato escribió una canción de amor feminista, que no viene nada mal, sobre todo porque la canta un hombre. Y sigue haciendo falta que los hombres digan ciertas cosas para que se tomen en serio, tristemente.
Samantha cantó, acompañada de Hugo, Vas a quedarte de Aitana. Samantha estaba metidísima, se ve que no hay canción más profunda en el mundo para ella. A Hugo, en cambio, se ve que esta canción le daba absolutamente igual (no lo culpo). Pero no le hace falta mucho más que su rollito de ídolo adolescente para ir zafando.
Eva intentó volver a “ser ella misma” ayer. Es bastante revelador el caso de Eva. En la primera gala arrasó. Se convirtió en la concursante más seguida por goleada en redes sociales, y la primera semana fue la favorita. A partir de ahí, se fue desdibujando. Perdió el rumbo y ahora nadie sabe qué ni cómo canta en realidad esta chica. La naturalidad se va perdiendo, y el milagro es que no esté nominada. Continúa salvándose por la promesa que parece que esconde, pero como no la destape pronto, se irá sin pena ni gloria. Ayer volvimos a vislumbrar esa promesa, pero es muy triste que después de más de un mes, Eva sólo quiera volver al punto de partida.
La tragedia se mascaba con la actuación de Anne y Rafa. Y se consumó. Anne no consigue controlar ni su voz ni su cuerpo, el escenario se la come, los nervios se la comen y a veces la risa floja también. La semana pasada hizo su mejor actuación y la nominaron, y esta semana me recordó a mí misma cantando delante del espejo y claro, la nominaron también. Estoy segura de que hay algo que Anne hace muy bien, pero sigo esperando saber el qué. Rafa no cantó, susurró muy fuerte y se perdió en la base musical, que, como todas, parece que sale de un CASIO de feria.
Pero la verdadera tragedia ayer fue también uno de los momentos más esperados de la noche, la actuación de los Bastrisboys. Si el concurso se trata de que se hagan versiones de canciones, no sé que esperaban conseguir con esto. Hacer algo personal con Backstreet´s back, con una coreografía cerrada, es imposible. Karaoke o “Tu cara me suena”. O esperpento. La verdad es que salió bastante digna para lo que pudo ser, sobre todo porque ni Jesús ni Bruno tienen un ápice de flow bailando. Se curraron un montón la coreografía, pero fue de festival de fin de curso, y es que no podía ser de otra manera.
Gérard cantó una canción de Pablo Alborán con Manu Guix al piano. Parece que no lo hizo mal, pero no lo sé, no puedo evitar dormirme cada vez que suena algo de Pablo Alborán.
Y llegó el momento de la noche. Este concurso tiene una clara ganadora y es Nia. Hasta ahora, la canaria lo hizo todo bien sin demasiado esfuerzo, pero esta semana se lo tuvo que currar de verdad. Y se convirtió en la diva que todas sabíamos que era. Con un numerazo de Beyoncé sin imitarla, irrumpió en el plató y levantó en una gran ovación al público y al jurado.
Fue un número de concierto de masas en el Palau Sant Jordi. Otro nivel.
Y para rematar la noche, Maialen y Flavio hicieron algo poco común en OT, y es versionar a Lou Reed sin destrozarlo. Es más, la actuación fue muy bonita, hasta la puesta en escena estaba bien hecha. Ellos son dos personas con voces y sensibilidades especiales, y supieron captar el tono de la canción sin conocerla, y sin conocer demasiado a Lou Reed. Mi exigencia con esta canción era alta, porque no me parece que haya nadie mejor que Lou, pero Perfect day fue una actuación casi perfecta.
Los nominados
Fue la primera vez que hubo 5 nominados en OT. Inexplicablemente, Flavio fue propuesto para abandonar la academia. Hugo parece que no curra lo suficiente y también cayó. Lo de Anne no hacía falta ni decirlo, aunque a ella se la vio muy afectada y sorprendida. A Bruno se le exigía más en esta canción que a Jesús, injustamente. Y por eso lo nominaron a él y no al gaditano. La explicación fue que lo había hecho muy bien en la grupal. Pero eso no se lo cree nadie, si no está nominado esta semana es por guapo. Y Rafa fue el quinto. Rafa tiene algo, algo que seguro que lo ayuda en el futuro y fuera de la Academia, pero como concursante de OT ya se va agotando.
Los profesores salvaron a Hugo, injustamente. Si una de las razones de que te nominen es porque no trabajas lo suficiente, no deberían ser los profesores los que te salven. Y los compañeros salvaron a Rafa, otra vez. OT también es un reality y Rafa cae muy bien y da mucho juego dentro de la Academia. Así que esta semana hay que escoger entre tres personas: Anne, Flavio y Bruno.
La audiencia es más sabia de lo que se piensa y salvó a Anajú. Javy ya tiene su Neruda para ir tirando, y ella tiene aún más que explorar y explotar.
La tutoría de Noemí
Hubo un momento, durante las nominaciones, en que parecía que todas las mujeres se salvaban y que todos los hombres caían. Y esto choca con uno de los hitos de esta semana más interesantes dentro de la Academia. El lunes, después del repaso de gala, hicieron una tutoría con Noemí y Manu para hacer balance de lo que va de programa y les preguntaron uno a uno cómo veían su desempeño hasta la fecha. Fue bastante revelador conocer la visión que la mayoría de concursantes mujeres tienen de sí mismas. Pudimos escuchar una retahíla de inseguridades y percepciones a la baja hasta de la propia Nia, que parece que lo hace todo sin despeinarse. Todas, menos Samantha, se sienten pequeñas, poco talentosas, fuera de lugar. Ni siquiera el haber sido elegidas entre más de 10.000 personas les ayuda a empoderarse un poco. Anajú dijo que siempre le parece que los halagos hacia ella provienen de la lástima. Maialen no consigue ser consciente de lo tremendamente especial que es. Eva entró segura y ya no sabe lo que hace. La única segura de sí misma es Samantha, que es en principio la que más difícil lo tiene, debido a su problema auditivo. Me gustó ver que se tiene en alta estima y que no pide perdón por ello. Entró con un perfil bajo, pero esa seguridad se va notando día a día en la Academia y en las galas. No es mi favorita, pero a tope con ella.
Y es en este tipo de momentos cuando la parte de reality que tiene OT se hace interesante. Este pequeño grupo de jóvenes se convierte cada año en una muestra representativa de la juventud española, de sus preocupaciones y de su nivel educativo. Y es de señalar la autoexigencia de las mujeres, y el autoodio que la mayoría tienen, visto en contraposición a su nivel de trabajo y su valentía en las actuaciones.
Otro de los mejores momentos de la semana fue la clase en la que todos enseñaron a Manu Guix las composiciones en las que están trabajando. Hay una concursante muy por encima del resto en esto, y esa es Maialen. A Manu se le caía la baba escuchándola, y no es para menos. Aún así, Maialen necesita un cantidad enorme de refuerzo externo para creerse que es buena.
Y la duda es si llegará más lejos la mejor o el que más se lo cree. Me da la impresión que el post-OT este año va a ser uno de los más interesantes. La mayoría de concursantes tienen voz propia, y creo que fuera tienen más futuro que dentro. Estamos deseosas de ver qué es lo que hacen ellos y ellas sin las imposiciones estilísticas del programa, que van de mal en peor.
Y espero que con esta pequeña representación de mujeres talentosas y trabajadoras que se hacen a menos, la audiencia tenga la capacidad de reflexionar sobre todas esas movidas con las que dan la turra las feministas.