Música

¿Qué fue de Enrique y Ana? El entrañable dúo musical de finales de los años 70

Victoria Herrero

Foto: Discográfica Hispavox

Domingo 2 de febrero de 2020

ACTUALIZADO : Miércoles 2 de junio de 2021 a las 10:08 H

6 minutos

Los niños españoles de entonces todavía recuerdan hoy algunas de sus famosas canciones

¿Qué fue de Enrique y Ana? El entrañable dúo musical de finales de los años 70
Victoria Herrero

Foto: Discográfica Hispavox

Domingo 2 de febrero de 2020

6 minutos

¿Quién es capaz de decir la frase gallinita co-co-ua sin tararear su inolvidable melodía? No hace falta decir que se trata de uno de los estribillos que quedarán para siempre en el imaginario colectivo musical de los españoles. Sobre todo, los que entonces tenían ocho años años, aproximadamente, los mismos que la protagonista de este dúo musical. Ellos eran Enrique y Ana o, lo que es lo mismo, Enrique del Pozo y Ana Anguita Shivers. 

El éxito de un grupo que entusiasmaba a los más pequeños

Era el año 1977 cuando aparecieron en el panorama musical español un conjunto infantil formado por un joven de 20 años y una niña que no había cumplido ni los 10. Enrique ya contaba con algo de experiencia en el mundo del espectáculo, ya que desde los 18 años participaba en diversas obras de teatro hasta que se pasó, aconsejado por su amigo Miguel Bosé, al mundo de la canción. La idea para su debut fue grabar un disco titulado Muy pronto hay que triunfar, para el que le buscaron una acompañante muy especial. Necesitaban a una niña que supiera cantar y bailar a su lado. 

Entre las que se presentaron al casting estaba Ana, hija de una actriz de teatro británica afincada en España. Actuó junto a Enrique en esa prueba y todos quedaron encantados con el desparpajo de la precoz artista.

Era el comienzo de una carrera de lo más exitosa y breve, ya que duró algo más de un lustro hasta su separación y en la que se sucedieron discos y canciones de sobra conocidas por todos. Fue el caso de Mamá, cómprame unas botas; La yenka; Abuelito o Baila con el hoola-hop. Pero, sin duda, las dos melodías recordadas con más cariño eran Amigo Félix (dedicada a Félix Rodríguez de la Fuente y que formaba parte de un disco con letras de Gloria Fuertes) o Súperdisco chino

Letras y acordes que llevaron a todos los platós de televisión (sobre todo de espacios infantiles) de la España de los 80 en programas tan conocidos como Aplauso, 300 millonesUn, dos, tres... responda otra vezLa cometa blanca o Sabadabadá entre otros. En muchos casos las canciones eran escritas por el propio Enrique, pero los productores y responsables de la discográfica también encargaron temas a compositores tan conocidos como Juan Pardo, Manuel Alejandro o José Luis Perales entre otros. 

Era el momento de una pareja que no solo arrasó (también en Latinoamérica) en el mundo de la música, sino que probó suerte con el cine. Es el caso de la película Las aventuras de Enrique y Ana del año 1981; dos años antes de anunciar su despedida de los escenarios. En el año 1983 publicaron el que sería su último trabajo bajo el nombre de Grandes y pequeños. Precisamente en este conjunto de canciones se incluía una que hacía referencia al adiós como era Canción de despedida.

Sin embargo, la disolución del dúo no tuvo nada que ver con problemas o desavenencias entre ellos. Nada más lejos de la realidad, se llevó a cabo de forma amistosa y con la promesa de seguir en el mundo del entretenimiento infantil. Algo que solo mantuvo el propio Enrique, sin mucho éxito, durante algunos años de carrera en solitario. Al contrario, su compañera se alejó del mundo más conocido para volver a una vida más anónima.

¿Cómo ha sido la vida de Enrique y Ana desde entonces?

Tras la conmoción que supuso para muchos niños españoles la desaparición de su grupo de música favorito, sus integrantes siguieron caminos personales y profesionales por separado. En el caso de Ana Shivers quiso volver a una vida anónima y estudió la carrera de Ingeniería Informática. Cuando se separó musicalmente de Enrique tenía 14 años. A nivel personal, contrajo matrimonio con un compañero de su facultad del que se separó al cabo de unos años. Actualmente vive con su segundo marido y sus dos hijos en un municipio de las afueras de Madrid. 

Un retiro tranquilo y alejado de los focos que compagina con su trabajo como informática. Sin embargo, hace unos años, en el 2003, rompió su anonimato para volver al mundo de la canción. Sin embargo todo obedecía a una causa solidaria: participar en un disco cuyos fondos se destinaban a luchar contra el maltrato infantil. 

Camino bien distinto, a nivel de proyección mediática, el que siguió su amigo y compañero musical. Enrique empezó a labrarse primero una carrera como cantante en solitario sin demasiado acierto. Eso no le impidió que compartiera escenario con otros intérpretes de la talla de Rocío Dúrcal, Vicky Larranz, Ketama o Gabinete Caligari entre otros muchos.

Un trabajo con un micrófono que compaginaba con incursiones en el teatro y en el cine o comisariando exposiciones sobre todo de fotografía. Pero, especialmente, Enrique fue conocido a partir de la década de los 90 por participar como colaborador en programas de televisión como Crónicas Marcianas, La Sonrisa del Pelícano o Esta noche cruzamos el Mississippi.

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Victoria Herrero

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