Música

José Luis Perales, el arte de la sencillez en los escenarios, anuncia su retirada a los 74 años

Victoria Herrero

Foto: Europa Press

Jueves 21 de noviembre de 2019

6 minutos

En mayo del año que viene arranca una gira de despedida que en nuestro país recorrerá 15 ciudades

José Luis Perales, el arte de la sencillez en los escenarios, anuncia su retirada a sus 74 años
Victoria Herrero

Foto: Europa Press

Jueves 21 de noviembre de 2019

6 minutos

El 22 de noviembre sale a la luz el nuevo trabajo de uno de nuestros cantantes favoritos de todos los tiempos: José Luis Perales (@PeralesOficial). Sin embargo, la publicación de Mirándote a los ojos no supone un punto y seguido en la carrera de este cantante emblemático, ya que dicho título marca su despedida, a los 74 años, del mundo de la música.

A partir de ese momento, se dedicará a otras dos pasiones que le entusiasman: la arqueología y la elaboración de cerámica. Precisamente, José Luis Perales participó el pasado año en las excavaciones del mosaico romano de Noheda, en su Cuenca natal; uno de los yacimientos romanos más importantes de toda Europa. Y es que, según sus propias palabras, si no se hubiese dedicado al mundo de la música, sus pasos profesionales hubiesen ido encaminados a descubrir tesoros de siglos y épocas pasadas.

José Luis Perales, el arte de la sencillez en los escenarios, anuncia su retirada a sus 74 años
Página Oficial José Luis Perales

Una gira de despedida

Este nuevo trabajo es un recopilatorio de tres discos y 35 canciones de su amplio repertorio musical, grabadas de nuevo bajo la supervisión, producción y arreglos de su hijo, Pablo Perales, que le acompaña desde hace años en esta aventura. Además, esta despedida cuenta con la complicidad de un buen número de músicos españoles, hispanos o estadounidenses que se han querido sumar a este disco homenaje. 

Canciones que sonarán en una nueva y última gira que recorrerá no solo la geografía española, sino también la americana, y que será el dulce adiós de este humilde intérprete y autor nacido en el pueblo de Castejón. Así, todo aquel que quiera ver a Jose Luis Perales subiéndose a las tablas de un escenario por última vez tendrá su oportunidad a partir del mes de mayo del año próximo. Los primeros que tendrán esa suerte serán los vecinos de la localidad almeriense de Roquetas de Mar.

Después llegará el turno de ciudades como Barcelona, Sevilla, Bilbao, Zaragoza, Gijón, A Coruña, San Sebastián, Valladolid, Marbella, Jerez, Córdoba, Granada y Pamplona. ¿El último concierto en nuestro país? En Madrid el 17 de diciembre. Ese día, su adiós será definitivo.

¿Y cómo es él?

Haciendo nuestro particular homenaje a una de sus emblemáticas canciones, hoy haremos un repaso a la vida y trayectoria profesional del que siempre nos acompañará en nuestra memoria musical. Para ello nos iremos a la feliz infancia de José Luis Perales, el tercero de cuatro hermanos que creció rodeado de todo el cariño y los cuidados de sus padres, debido a una enfermedad que padeció cuando ni siquiera había cumplido su primer año de vida. Una hidrocefalia de la que se recuperó al poco después.

Como no podía ser de otra manera, su vida de niño estuvo marcada desde muy pronto por la música. La "culpa" de todo la tuvo el laúd con el que empezó a formar parte de la rondalla de su pueblo. Y, precisamente, la música fue la responsable de su poco amor por los libros y de que dejara sus estudios de ingeniería industrial. Nacía entonces la verdadera vocación del joven José Luis encarnada en una de sus primeas melodías, Niebla, y con la mirada puesta en uno de sus ídolos de entonces: el gran Nino Bravo.

Eran los años 60 y empezaba, gracias a la intermediación del productor discográfico Rafael Trabucchelli, a dar forma a canciones que luego cantarían otros compañeros de profesión como Raphael, Mocedades, Miguel Bosé, Paloma San Basilio o Massiel, entre otros muchos. Igual no lo sabías, pero de su puño y letra es Marinero de luces, que hizo suya Isabel Pantoja, así como otras tantas melodías para grupos infantiles de los años 80 como Potitos o Parchís.

Unas letras que iba compaginando con su despegue como intérprete y que empezamos a escuchar en canciones tan míticas como Quisiera decir tu nombre, Y te vas o Cosas de Doña Asunción. Este fue el punto de inflexión para dejar, de una vez por todas, su rutinario y anónimo trabajo como delineante en una empresa. Compañía en la que conoció a la que desde el año 1977 es su mujer, Manuela Vargas, con la que ha tenido dos hijos: Pablo, que se dedica al mundo de la música como su padre, y María, que trabaja como diseñadora de interiores. 

Desde entonces y hasta hoy ha publicado casi una treintena de trabajos entre discos inéditos y recopilatorios con algunas de sus baladas que todos recordaremos, como Un velero llamado Libertad, Que canten los niños, Amada mía, Le llamaban loca, Por amor o Ámame, entre otras muchas. Todas ellas dieron buena cuenta de la verdadera especialidad de José Luis Perales, tanto agarrando un micrófono como uniendo estrofas en un papel: la canción romántica.

Canciones que ya forman parte de la historia de la música de nuestro país y que seguramente sonarán de fondo en el retiro, bien merecido, de este intérprete, del que dicen le va como anillo al dedo el título de la película de Tom Ford: El hombre tranquilo.

Sobre el autor:

Victoria Herrero

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