Rosa María Torres
Música
Se cumplen 80 años del famoso Concierto de Aranjuez
Esta pieza del maestro Joaquín Rodrigo es pionera para guitarra española y orquesta
El Concierto de Aranjuez es una composición musical a base de guitarra y orquesta llevada a cabo por el compositor español Joaquín Rodrigo. Vio la luz por primera vez en 1939, durante un paseo por los Jardines de Luxemburgo junto a su esposa Victoria Kamhi, y desde entonces su éxito fue mundial.
De hecho, la reputación del compositor es tal que incluso se considera uno de los principales de la posguerra española. La obra es una declaración de amor hacia su esposa y los preciosos recuerdos de su luna de miel paseando por los bellísimos jardines de Aranjuez.
Condiciones precarias
El Concierto de Aranjuez fue compuesto en París, en la Rue Saint-Jacques nº 159, en 1939. Se estrenó a nivel mundial el 9 de noviembre de 1940, en el Palacio de la Música Catalana de Barcelona y poco después llegaría a Madrid en el Teatro Español. Las condiciones en las que se estrenó fueron muy precarias. Además, nadie quería tocar un concierto con guitarra y orquesta porque no se había escrito nada igual hasta la fecha.
En gran medida, gracias al Concierto de Aranjuez, la guitarra empezó a ser muy reconocida en las salas de conciertos. Sin embargo, con el paso del tiempo, la composición se ha adaptado a diferentes instrumentos y estilos como el jazz o incluso el pop.
Además, gracias a esta obra recibió uno de los reconocimientos más importantes: el del rey Juan Carlos I, que en 1991 creó solo para él Marquesado de los Jardines de Aranjuez otorgándole este importante título por su contribución a la música.
El concierto de Aranjuez estaba escrito en Braille
Joaquín, el compositor, quedó prácticamente ciego cuando tenía tres años a causa de una difteria; una enfermedad infecciosa aguda, provocada por un bacilo, que afecta a la nariz, la garganta y la laringe y produce fiebre y dificultad para respirar. Esta enfermedad fue la causa principal de que dirigiera sus estudios hacia la música.
Después un glaucoma minó por completo su visión. Sin embargo, supo hacer frente a la dificultades y no le impidió convertirse en músico, compositor, escritor y profesor. Trabajaba mano a mano con un copista al que dictaba su obra nota por nota, instrumento por instrumento y alteración por alteración. Por tanto, los únicos manuscritos autógrafos de Joaquín Rodrigo están escritos en braille.