María Martínez Denia
Música
Tocar un instrumento puede prevenir el deterioro cognitivo en personas mayores
Demuestran que la música previene el envejecimiento en regiones específicas del cerebro
Escuchar y tocar música son las claves para postergar el deterioro cognitivo en personas mayores sanas. Un grupo de investigadores de la Universidad de Ginebra (UNIGE), HES-SO Ginebra y EPFL, ha descubierto que estas acciones estimulan la producción de materia gris.
El estudio que ha sido publicado en 'Neurolmage: Reports', sigue a 132 jubilados sanos de entre 62 y 78 años que nunca habían tocado un instrumento y que se inscriben en un curso de piano y sensibilización musical durante un periodo de tiempo de seis meses.
Está demostrado que durante la vida, la morfología y las conexiones del cerebro van cambiando según el entorno y las experiencias. A medida que se envejece, la plasticidad cerebral disminuye, perdiendo materia gris que es el espacio donde habitan las neuronas. A este fenómeno se le conoce como "atrofia cerebral".
Durante este proceso, la memoria de trabajo que es el núcleo de muchos procesos cognitivos es una de las partes más afectadas. En esta memoria de trabajo se retiene y se manipula brevemente la información para alcanzar un objetivo, como por ejemplo traducir una frase en otro idioma o recordar un número de teléfono el tiempo necesario para transcribirlo.
Desarrollo del estudio
"Queríamos personas cuyos cerebros aún no mostraran ningún rastro de plasticidad relacionada con el aprendizaje musical. De hecho, incluso una breve experiencia de aprendizaje a lo largo de la vida puede dejar huellas en el cerebro, lo que habría sesgado nuestros resultados", explica Damien Marie, el primer autor del estudio y el investigador asociado en el Centro de Imágenes Biomédicas CIBM, la Facutad de Medicina y el Centro Interfacultativo de Ciencias Afectivas (CISA) de la UNIGE, así como en la Escuela de Ciencias de la Salud de Ginebra.
Los 132 participantes de entre 62 y 78 años se dividieron en dos grupos, unas de piano y otras se centraban en reconocer instrumentos y analizar las propiedades musicales en una amplia gama de estilos musicales. Los mayores dedicaban diariamente una hora de clase y media hora para hacer los deberes.
"Después de seis meses, encontramos efectos comunes para ambas intervenciones. Las neuroimágenes revelaron un aumento de la materia gris en cuatro regiones cerebrales implicadas en el funcionamiento cognitivo de alto nivel en todos los participantes, incluidas las zonas del cerebelo implicadas en la memoria de trabajo. Su rendimiento aumentó un 6%, y este resultado se correlaciona directamente con la plasticidad del cerebelo", menciona Clara James, autora del estudio procedente de la Facultad de Psicología y Ciencias de la Educación de la UNIGE.
Además, hallaron que la calidad del sueño, el número de lecciones seguidas y la cantidad de práctica diaria, repercutían positivamente en la mejora del rendimiento.
Las principales diferencias que descubrieron entre los dos grupos es que la materia gris que se encuentra en el córtex auditivo primario derecho que se encarga de procesar el sonido, se mantuvo estable en los pianistas, mientras que en el grupo de escucha activa disminuyó. Esto demuestra que las intervenciones musicales no rejuvenecen el cerebro como tal, si no que previenen el envejecimiento en regiones específicas.
Gracias a esta investigación, se demuestra que este tipo de actividades lúdicas y accesibles como practicar y escuchar música, favorecen la plasticidad cerebral y la reserva cognitiva y con ello un buen envejecimiento saludable. El siguiente proyecto de este equipo de trabajo es extrapolar el experimento con personas con deterioro cognitivo leve, un estado entre el envejecimiento normal y la demencia.