David Vargas
Repaso de grandes filmes candidatos al Oscar a la mejor película y que nunca lo ganaron
Hoy vamos a hablar de perdedores, al menos de perdedores sobre el papel. Son cintas que nunca ganaron el Oscar a la mejor película pese a estar nominadas en esta categoría, pero que el paso del tiempo ha acabado dándoles la razón. ¿Por qué suceden estas injusticias? Como la mayoría de los premios culturales, los Oscar no son sino galardones que muestran una fotografía de las modas y tendencias cinematográficas de un período. Por ejemplo, en los ochenta se puso de moda premiar a actores reconvertidos en directores, como Robert Redford (Oscar a la mejor dirección por Gente corriente) o Kevin Costner, por Bailando con lobos. O la reciente tendencia de que el Oscar a la mejor dirección no esté ligado al de mejor película cuando tradicionalmente había sido así. Cuando veas esta selección de películas que no han ganado el Oscar, te quedarás de piedra.
‘Apocalypse Now’
Esta adaptación de Francis Ford Coppola de la novela de Joseph Conrad El corazón de las tinieblas obtuvo seis candidaturas, entre ellas la de mejor película, pero solo se llevó dos premios técnicos: fotografía y sonido. ¿Qué pasó? Probablemente que esta excelente cinta sobre los fantasmas de la guerra de Vietnam llegaba tarde. Estamos hablando de 1979 y la industria del cine ya estaba pensando en la nueva década, con nuevas historias y un lenguaje diferente. De hecho, la ganadora fue Kramer contra Kramer (con Meryl Streep y Dustin Hoffman), sobre el divorcio de una pareja. Además, el año anterior, 1978, Michael Cimino se adelantaba a Coppola y presentaba la fantástica El cazador, también sobre los traumas de Vietnam, y esta sí que se llevó el gato al agua, obteniendo 5 Oscar (entre ellos, los de mejor director y película).
‘Taxi Driver’
El gran Martin Scorsese dirigió esta película en 1976 y obtuvo cuatro nominaciones a los Oscar, pero se fue a casa con las manos vacías. ¿Quién tuvo la culpa? Pues la cinta ganadora de ese año, Rocky. A diferencia de Taxi Driver, que ofrece una implacable radiografía de una sociedad desmembrada y sin futuro, Rocky, que también tiene su punto de crítica social, al final no deja de ser una apología del sueño americano y tiene, por lo tanto, espacio para la esperanza, algo muy del gusto de los académicos. Por lo menos, Scorsese consiguió la Palma de Oro del Festival de Cannes y, con los años, el merecido reconocimiento de que se trata de una película de culto, una de las mejores de su época.
‘Pulp Fiction’
¡Otra de las grandes olvidadas! Ahora estamos muy acostumbrados al cine de Tarantino, pero en 1994 supuso todo un revulsivo y tuvo un gran éxito popular. Por fin, un referente de la cultura pop tenía posibilidades de ganar. Pero se tuvo que conformar con el Oscar al mejor guion original. El mismo Tarantino lo sospechaba cuando recogió el premio y dijo aquellas palabras proféticas: “Mejor aprovecho para contar unas cuantas cosas porque seguramente este sea el único premio que reciba esta noche”. Ganó, cómo no, el perfecto ejemplo de cine mainstream: Forrest Gump, de Robert Zemeckis, uno de esos dramones que lo abarcan todo y que están muy bien hechos, ideal para todos los públicos. Eso sí, Pulp Fiction gozó por siempre jamás del favor del público, como lo demuestra la cantidad de pósteres que decoraron las habitaciones de adolescentes de aquellos años. A veces la historia la escriben los perdedores.
‘Doce hombres sin piedad’
No hay discusión. Hoy esta película está considerada una obra maestra imprescindible, pero es que en su momento (1957) ya cosechó un gran éxito de crítica y público. Está considerada como la mejor película de juicios jamás rodada, incluso por delante de otra gran perdedora de los Oscar, Matar a un ruiseñor. Entonces, ¿por qué no ganó? Pues porque no pudo hacer nada contra la gran favorita, la también excelente El puente sobre el río Kwai. Además, también competía contra otro peso pesado: Billy Wilder y su cina Testigo de cargo. Para Sidney Lumet, novato en la dirección, estar nominado entre los colosos David Lean y Billy Wilder ya era todo un premio. Y es que Hollywood puede ser a veces muy olvidadizo, no así la historia del cine, que puso con los años las cosas en su sitio.
‘La red social’
Este film de David Fincher de 2010 está considerado uno de los mejores de la década, mientras que la ganadora de ese año, El discurso del rey, ha caído en el semiolvido, como ha pasado tantas otras veces. En aquella edición, La red social se batía también en duelo con Origen, Cisne negro o Valor de ley, una muestra cuanto menos diversa de las inquietudes de la industria del cine en plena crisis económica. Al final ganó el continuismo. Parece que la Academia, con cierta aversión a lo nuevo, no apostó por propuestas más arriesgadas. Diez años después, vemos cómo esa historia sobre los inicios de Facebook sigue vigente, cómo un muchacho imberbe (Mark Zuckerberg) ha cambiado para siempre la forma de relacionarnos en el nuevo milenio. Lo dicho: los Oscar también se equivocan.