David Vargas
Ocio
Del Pirineo a la Costa Brava por sus parques naturales
Naturaleza en estado puro, sin conservantes ni colorantes. Así son estas 6 maravillas paisajísticas
Si bien la Costa Brava es conocida por sus paradisíacas playas y fiestas durante todo el año, también está llena de actividades más tranquilas y paisajes impresionantes. A menudo olvidados por los turistas, los parques naturales de la Costa Brava son lugares de interés que no deben pasarse por alto. Impresionantes vistas desde la cima de las montañas, un ecosistema poco común y un importante patrimonio cultural son las palabras clave de estos parques. Para los amantes de la naturaleza y de los descubrimientos excepcionales, aquí tienes una lista de los parques naturales de la Costa Brava que no te puedes perder.
La Albera
Abarca una zona de vegetación pirenaica al oeste y otra mediterránea, al este, con vegetación de alcornocales y matorrales donde subsisten las últimas poblaciones de tortuga mediterránea. En la frontera natural con Francia, la sierra de la Albera respira un aire indómito, huraño, un mundo de cazadores, de bosques y cumbres donde la gente tiende a las pocas palabras. Aparte del interés natural y animal, la Albera guarda importantes muestras megalíticas y un rico patrimonio de arte románico, de la Alta Edad Media. En el propio centro del parque natural, situado en Espolla, encontrarás información para la visita.
Cap de Creus
En el norte de la Costa Brava encontrarás una de las grandes maravillas naturales de las comarcas de Girona: el Parque Natural de Cap de Creus, un conjunto de parajes que pasarán a ocupar un lugar privilegiado en tu memoria. No olvidarás las vistas del litoral, salvaje, moteado de pequeños islotes, con acantilados de vértigo y recónditas calas. Ni las rocas con las caprichosas formas que la erosión del agua y del viento ha esculpido: con un poco de imaginación podrás ver en ellas leones, dragones, camellos, águilas y otras figuras. También conservarás el recuerdo del interior del parque, un paraíso biológico de bosques y prados que puedes recorrer en mil y una excursiones, que te permitirán, también, conocer sus tranquilos municipios: Llançà, El Port de la Selva, La Selva de Mar, Cadaqués, Roses, Palau-saverdera, Vilajuïga y Pau.
Aiguamolls de l’Empordà
Parque natural y segunda zona húmeda en importancia de Cataluña, después del delta del Ebro. Gracias a las luchas ecologistas de los años 70, las casi 5000 hectáreas de arenales y lagunas de este parque natural están pobladas por cientos de aves acuáticas y migratorias que pueden observarse desde miradores camuflados entre los cañizares y los senderos señalizados. ¿Qué se puede ver en los Aiguamolls? Lo primero que destaca a los ojos del visitante es un espacio donde la botánica silvestre cubre en toda su variedad los diferentes parajes como tierras salobres, campos inundados, dunas de playa, riberas de canales, pastos… En segundo lugar, para los amantes de la fauna emplumada, los Aiguamolls nos presentan en bandeja numerosas especies de aves acuáticas, anátidas, limícolas y zancudas, además de otras especies.
Islas Medas
La reserva marina de las islas Medas y las calas rocosas del Cap de Creus, el Montgrí o Begur preservan el valor natural que ha hecho de la Costa Brava un destino atractivo todo el año. El llamado Camino de Ronda bordea el litoral y accede a calas remotas. Es un destino de buceo excepcional por sus corales y fauna. El archipiélago fue declarado PNNP (Parque Natural Nacional Protegido) en junio de 2010 por la gran diversidad de fauna y flora marinas, entre las que se encuentran la raya común y el coral rojo. Aun así, la pesca furtiva y, no tan frecuentemente, el contrabando han hecho que diversos controles policiales tengan que velar por esta maravilla que son las islas Medas.
Castell-Cap Roig
Ver amanecer desde la cueva d’en Gispert, adentrarse en la cala de Aigua Xelida o nadar y ver el fondo de las islas Formigues frente a la playa salvaje de Castell son algunas de las propuestas que ofrecen las empresas de rutas en kayak por la Costa Brava, una opción que te recomendamos si te gusta el mar. La zona alberga numerosos entrantes, calas, cuevas y túneles bajo acantilados a los que solo es posible acceder desde el mar. Las rutas pueden durar desde solo unas horas hasta una jornada entera, en grupo, en familia o con guía particular. También es posible alquilar la piragua y recorrer por libre la zona, siempre teniendo en cuenta que se trata de áreas naturales protegidas.
Sierra de las Gavarras
El Parque Natural de las Gavarras es un gran desconocido, a pesar de sus múltiples alicientes. Sus bosques y montes son generosos en pozos de hielo, ermitas, hornos de cal, aldeas y minas abandonadas, cementerios y megalitos sepultados por las zarzas que se descubren gracias a un sinfín de caminos. El GR-92 atraviesa la reserva. La segunda atracción por antonomasia de las Gavarras son las fuentes del río Daró, el hermano pequeño del río Ter. Subiendo desde el pequeño núcleo de Cruïlles, que posee una torre románica única en el mundo, se accede a un paraje prístino. ¿No te apetece visitarlo?