Lola Santos
Lola Santos es redactora especializada en temas de alimentación, viajes y ocio.
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Lunes 11 de abril de 2022
ACTUALIZADO : Lunes 11 de abril de 2022 a las 14:01 H
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Símbolo histórico de defensa y protección, las murallas han condicionado el crecimiento de pueblos y ciudades. En muchos lugares, es un auténtico símbolo, como sucede en Ávila, por ejemplo. En Castilla y León se encuentran algunos de los pueblos amurallados más bonitos. Te contamos cuál es su historia.
Este pueblo conserva el perímetro amurallado mejor conservado de la provincia de Valladolid, mostrando su alma de ciudad medieval, ya que conserva gran parte de la muralla con dos de sus puertas y algunos lienzos del castillo. La muralla que rodea Urueña es de los siglos XII y XIII y se adapta al escarpado borde del páramo donde se asienta la villa. Toda ella está almenada.
Uno de los lugares históricos más relevantes de Castilla y León es El Burgo de Osma. Esta monumental ciudad episcopal conserva un interesante recinto fortificado. Dentro guarda uno de sus secretos: la Catedral de Ntra. Sra. de la Asunción. La muralla del Burgo de Osma fue construida por orden del obispo Pedro de Montoya en 1458 y en su mayor parte se demolió durante el siglo XVIII. Actualmente se pueden contemplar dos tramos bien conservados: la zona del Arco del Cubo y el paseo que hay paralelo a la carretera de La Rasa.
Uno de los pueblos más bonitos de Castilla y León es Ciudad Rodrigo, en la provincia de Salamanca, pero muy cerca de la frontera con Portugal. Esta villa cuenta con un recinto fortificado, que se construyó durante la segunda mitad del s. XII, con la repoblación definitiva de Ciudad Rodrigo por el rey Fernando II de León, quien ordena fortificar la ciudad, levantando muros almenados de cal y canto hasta una altura de ocho metros y medio y su anchura original era de unos dos metros.
Se trata de una espectacular villa medieval de la provincia de Segovia. Pedraza se levantó entre dos cerros, donde el castillo se dispone estratégicamente sobre un levantamiento rocoso. La muralla fue construida en el siglo XI, y en la actualidad apenas se conserva un lienzo de muro, junto a la puerta de la Villa. Su deterioro fue temprano, y ya en el siglo XVII se autorizó a los propietarios de los inmuebles colindantes a los muros, la eliminación del paseo de ronda para ampliar sus propiedades.
En este municipio abulense nació Isabel la Católica en 1451. Y uno de sus grandes atractivos turísticos es su muralla, que rodea parcialmente el centro urbano. Fue construida en estilo mudéjar durante la Edad Media, y hoy en día se conservan tramos de la estructura original. Una de sus puertas es la espectacular Puerta de Cantalapiedra.
La villa burgalesa de Lerma es rica en acontecimientos históricos. Sus murallas han sido destruidas y levantadas en varias ocasiones. En 1333 dio comienzo el famoso cerco de Lerma, uno de los más largos de la historia de España, en el que el rey Alfonso XI cercó la villa donde se había hecho fuerte el rebelde D. Juan Núñez de Lara. De las cuatro puertas que tuvo la muralla, solo se conserva el Arco de la Cárcel, con dos torres y saeteras.
Calatañazor es una villa de intensa historia rodeada de un entorno natural privilegiado. Fue fortificada a comienzos del siglo XII. La muralla, conservada en gran parte de su perímetro, circundaba toda la villa y se adaptaba al cerro en el que se asienta. Distribuidas por todo el lienzo, se dispusieron ocho torres cilíndricas macizas que sirvieron para el control y vigilancia. Aunque, hoy en día el recinto amurallado se encuentra muy deteriorado.