Victoria Herrero
Ocio
¿Qué fue de Pili y Mili? Las gemelas más populares del cine de los años 60
Victoria Herrero
Foto: Mercury Films
Domingo 12 de enero de 2020
ACTUALIZADO : Martes 9 de febrero de 2021 a las 13:25 H
5 minutos
Un éxito de apenas una década hasta que una de ellas se retiró para casarse en México
El nombre artístico de esta pareja cómica ha quedado ya como parte de un dicho muy popular que en alguna ocasión seguro que hemos usado. Así, a una pareja muy bien avenida y que siempre está junta se la conoce coloquialmente como "Pili y Mili". Un claro recuerdo a las dos gemelas más conocidas del cine de nuestro país en los años 60. Ellas son las hermanas Bayona Sarriá: Pilar y Aurora; aunque esta última se hacía llamar Emilia como nombre profesional y de ahí el diminutivo por el que todos la conocemos.
A comienzos del año 1947, cumplirán 73 años en el mes de febrero, nacían en Zaragoza las que más tarde se convertirían en uno de los dúos más simpáticos de nuestra escena. Una carrera profesional que empezaron siendo aún muy jóvenes, apenas tenían 15 años, cuando fueron descubiertas por Benito Perojo. El que primero fue director de cine y luego productor descubrió ese talento y el desparpajo que tenían estas dos divertidas hermanas.
Un don natural que empezaron a explotar en representaciones en el teatro y dentro del género de la revista y los musicales en Barcelona. Allí fue donde se mudaron siendo unas adolescentes por recomendación de Perojo.
Sin embargo, las tablas de un escenario se les quedan pronto pequeñas y su descubridor vio que era el momento de que dieran el salto a la gran pantalla. Poco podría adivinar acerca del éxito que Pili y Mili tendrían en el cine de la década de los 60 no solo en nuestro país sino también en Italia y en Latinoamérica.
Sus mejores años frente a las cámaras
Y todo gracias, nunca mejor dicho, a una gracia natural que despertaba las carcajadas del público que las veía. Precisamente, esa vis cómica fue la que explotaron en las películas en las que participaron y que aún hoy recordamos con una mirada de lo más entrañable. Una risa asegurada con las mil aventuras (y desventuras) que rodeaban a estas gemelas que usaban precisamente ese parecido físico para dar lugar a todo tipo de hilarantes situaciones.
De esas actuaciones frente a la pantalla, los títulos Como dos gotas de agua y Dos chicas locas locas fueron los dos trabajos más exitosos de su trabajo, pero no los únicos. Luis Cesar Amadori fue el director del primero de ellos. En estas escenas una abogada se hace cargo de dos casos cuanto menos curiosos: el de una niña huérfana a la que quieren llevar a un internado de menores y otra muchacha, de asombroso parecido a la anterior, cuyo padre es un importante hombre de negocios que apenas pasa tiempo con su hija.
En el segundo largometraje, dirigido por Pedro Lazaga, interpretan a dos hermanas gemelas que fueron separadas nada más nacer. Sus caminos se cruzan cuando fallece su abuelo Diógenes y es el momento de conocer la herencia de este. Un legado que se otorga a la hermana mayor. El problema viene a la hora de descubrir quién de las dos nació antes. Si no lo logran antes de que cumplan 16 años, como acordó su abuelo, ese dinero se perderá y no irá a manos de las familias que las han acogido todos estos años. Es entonces cuando se suceden los enredos para que esos familiares, a los que ni Pili ni Mili soportan, no se hagan con el preciado "botín".
Este era el tipo de tramas que entusiasmaban por aquel entonces y que les dio tanta fama a las hermanas. Un éxito que también se repitió en otras cintas: Whisky y vodka, Un novio para dos hermanas (donde rescataban antiguas canciones argentinas de las hermanas Mirtha y Silvia Legrand) o Escándalo en la familia. De finales de esa década de oro fueron otras películas como Dos gemelas estupendas o Agáchate que disparan.
Nadie las paraba. Solo lo hizo el amor. A comienzos de los años 70 Aurora se enamora de un empresario y productor mexicano y decide dejar para siempre su faceta como actriz para volver a su vida anónima junto a su futuro marido. Sin embargo, antes de poner rumbo a México, donde hoy todavía vive, acepta rodar un par de películas con su hermana Pilar. Fueron Princesa y vagabunda y La guerra de las monjas. Era el fin cinematográfico para Aurora y el inicio de la trayectoria en solitario de Pilar.
Caminos separados al final de su carrera
Nadie esperaba un final similar y eso teniendo en cuenta que apenas llevaban una década triunfando como actrices. Si Mili decidió retirarse a los 22 años para casarse, no así su hermana Pili que mantuvo esa intención de seguir en el mundo de la interpretación. En este caso, dirigiendo sus pasos hacia el mundo del teatro.
Unos inicios en soledad que no fueron fáciles ya que tuvo que trabajar duro para optar a papeles de un registro muy diferente a los que había hecho hasta entonces. Unas obras con las que quería borrar para siempre esa imagen de estrella infantil de nuestro cine.