David Vargas
Ocio
La serranía de Cuenca: Recorremos los 5 mejores lugares de un paisaje mágico
Situada en el Sistema Ibérico, la serranía de Cuenca es una de las sierras más grandes de España
La serranía de Cuenca es una de las más extensas y bonitas de España. Situada entre las provincias de Cuenca, Guadalajara y Teruel, se trata de un auténtico tesoro por descubrir de más de 73.000 hectáreas.
En 2007, gran parte del territorio fue declarado Parque Natural, motivo por el que todavía conserva su fauna y flora. La serranía cuenta con 229 especies distintas de vertebrados, entre los que se encuentran lobos, ciervos y zorros. Su mapa geográfico está formado por altas montañas, valles escondidos, peculiares formaciones rocosas y una vegetación abundante.
Parte de su atractivo turístico recae en el misticismo y la magia del lugar. Se trata de un enclave repleto de lugares por visitar que te sorprenderán.
La Ciudad Encantada
Cerca de Valdecabras, en el municipio de Cuenca, encontramos la Ciudad Encantada, que fue declarada Sitio Natural de Interés Nacional en 1929. El lugar consiste en un conjunto de esculturas formadas por la erosión de rocas calizas. El recorrido señalizado para visitar el lugar es de unos 3 kilómetros de longitud.
Las rocas y sus formaciones han ido recibiendo nombres de distintos animales y objetos. Incluso hay historias que cuentan que se trata de una ciudad habitada por gigantes de roca que se quedaron dormidos hace 5 o 6 millones de años. El emblema más reconocible del lugar es el tormo alto, situado justo a la entrada del recorrido, cuya leyenda cuenta que fue donde el líder lusitano Viriato fue incinerado. Existen otras figuras a identificar durante el recorrido, como los barcos, el perro e incluso el puente romano o la representación de los amantes de Teruel.
Parque cinegético experimental de El Hosquillo
Cerca de la localidad de Las Majadas, encontraremos un recinto de más de 900 hectáreas donde los animales más representativos de la fauna ibérica cohabitan. El Parque Cinegético Experimental de El Hosquillo, como indica su nombre, se creó en 1964 como centro de cría de especies cinegética y actualmente se llevan a cabo actividades de educación medioambiental. El lugar resulta ideal tanto para los niños como para los amantes de la fauna. En El Hosquillo podrás ver ciervos, osos pardos, cabras montesas, lobos, corzos, muflones, gamos, jabalíes y muchas especies de aves.
Lagunas de Cañada del Hoyo
Las lagunas de Cañada del Hoyo son siete y se dividen en las del grupo superior, accesibles y públicas (laguna Tejo, lagunillo Tejo y laguna Gitana o de la Cruz), y las del grupo inferior, que son privadas (laguna Parra, laguna Cardenillas, lagunillo Tortugas y laguna Llana). Se trata de enormes depresiones circulares con unas profundidades que llegan hasta los 28 metros.
Parte del atractivo de las lagunas es que cada una es de un color diferente. Este fenómeno se atribuye a una leyenda romántica, pero realmente se trata de la presencia de microorganismos que hacen que el color del agua cambie a la vista del ojo humano.
Destinos con distintivo Starlight
La Fundación Starlight otorgó a la Serranía de Cuenca su distintivo gracias a sus cielos limpios y estrellados. No se trata de un lugar específico donde se puedan ver mejor las estrellas, sino una serie de enclaves desde los que podrás observar un cielo estrellado digno de las películas de Hollywood.
Estos son los pueblos que han sido clasificados con el distintivo Starlight: Beamud, Uña, Valdemeca, Huélamo, Tragacete, Las Majadas, Vega del Codorno, Poyatos, Mariana, Sotorribas, Villalba de la Sierra, Zarzuela, Portilla, Ribatajada, Arcos de la Sierra, Castillejo de la Sierra, Fresneda de la Sierra y Fuertescusa.
El Ventano del Diablo
Cerca del poblado de Villalba de la Sierra, encontramos un espectacular mirador natural que ‘’cuelga’’ sobre la hoz del río Júcar. El Ventano del Diablo está formado por dos agujeros esculpidos de forma natural en la roca que se asemejan a una calavera. Al parecer, la silueta del lugar permite ver la cara del ser maligno.
Según unos versos escritos por el crítico teatral Alfredo Marquerie, por las noches, cuando el viento silba y araña los troncos de los árboles, se trata de Satán, que te sopla al oído intentando que saltes al vacío por el precipicio. Dejando de lado la inquietante historia sobre el mal, el Ventano del Diablo es un escenario precioso donde podremos disfrutar de abundantes pozas y desfiladeros para refrescarnos si hacemos turismo veraniego.
