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El Teatro Real concluirá su temporada el próximo 30 de junio con el estreno de Madama Butterfly de Puccini, presentando un total de 19 funciones. Esta versión se distancia de la estética orientalista y pone énfasis en el "turismo sexual", según ha declarado Damiano Michieletto, el director de escena.
Madama Butterfly. Teatro Real.
"El sufrimiento de Butterfly es por creer en un matrimonio que nace de una especie de broma. Es un divertimento sexual, ella es comprada por un turista sexual que emplea toda la fuerza de dominación en un contexto de pobreza", ha apuntado Michieletto durante la rueda de prensa de presentación de esta ópera, que estará en cartel hasta el 22 de julio.
Abandono de la estética oriental
Michieletto ha decidido abandonar el orientalismo en esta historia, en la que un marino estadounidense "compra" a una mujer como supuesta esposa, Cio-Cio-San. En lugar de eso, la puesta en escena está ambientada en una gran metrópolis, que podría ser Shanghái, pero situada en la periferia.
"He intentado contar este mecanismo humano de cinismo y violencia de quien ejerce la fuerza y puede dominar a la parte débil. Ella es una joven que renuncia incluso a su familia por la ingenuidad de pensar en un amor que no existe", ha remarcado.
El director ha apostado por usar una caja de cristal como "símbolo de la ambivalencia" entre la ilusión y la realidad.
La 'Madama Butterfly' original
La obra de Puccini se basa en la pieza teatral homónima de John Luther Long, quien supuestamente se inspiró en un caso real conocido por su hermana durante una estancia en Nagasaki.
El estreno en 1904 fue un fracaso, y el propio Puccini llegó a decir que había sido "linchado por caníbales", por lo que decidió modificar el libreto.
Madama Butterfly. Teatro Real.
Finalmente, en 1906 se llegó a la versión definitiva, la misma que ahora inspira al director musical, Nicola Luisotti, para montar una propuesta "increíble" que une el segundo y tercer acto. "Estaba claro que la primera versión no funcionaba y si Puccini cambió todas estas cosas, es que pensó lo mismo", señaló.
Luisotti subrayó que "no hay nada raro" en esta adaptación, resultando en una "Madama Butterfly" tradicional, con apenas un cambio cronológico para actualizarla.
A pesar de que se ha incluido una gran ciudad o algún personaje con teléfono móvil, “el drama sigue viniendo de que ella es prostituta y no sabe que ha sido comprada", concluyó.
Una música 'edulcorada'
El director italiano describió la música como "azucarada", algo que supone una queja frecuente contra Puccini, y defendió una versión que, a diferencia del libreto teatral, "no intenta ridiculizar" a los japoneses, sino que "ennoblece" lo oriental.
La soprano Saioa Hernández será una de las intérpretes de esta joven enamorada. "La música parece un bálsamo para la voz, un gran recitativo casi como si estuvieras actuando en una película", ha destacado. También ha aludido a ese calificativo de 'edulcorada'.
"Aquí el amor pinta poco, solo en la cabeza de ella y por ello esa música edulcorada: para crear ese mundo de fantasía que en realidad no existe", ha concluido.