Carlos Losada
Teatro
El espíritu irlandés de 'Irish Celtic' se siente en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid
Este espectáculo de danza y música se sumerge en las leyendas y la tradición celta
La cultura celta atrae a muchas personas en todo el mundo. Sus tradiciones, sus elementos icónicos y pictóricos, así como su mitología tienen un gran tirón entre el público, aunque si hay algo que cuenta con los más fervientes seguidores eso es la música celta.
Y es precisamente la música la gran protagonista de Irish Celtic (The Spirit of Ireland) un vibrante espectáculo de danza que se representa en el Teatro Nuevo Apolo de Madrid entre los días 18 y 23 de junio.
Amor por el baile
Irish Celtic corre a cargo de un elenco de grandes bailarines de las mejores compañías de baile irlandesas. Si a la capacidad de estos artistas se le unen ritmos que hacen que nuestras piernas se muevan casi por inercia, el resultado es un show emocionante, cargado de energía y muy preciso.
Esta fiesta, más cercana en concepción a los míticos pubs irlandeses que a una representación de danza, comienza con la bienvenida que los bailarines otorgan al público, al que intentan ganarse desde el primer momento.
Recorrido por la historia celta
En Irish Celtic, el espectador podrá viajar con su imaginación gracias a las melodías tradicionales irlandesas, así como a inolvidables bandas sonoras como las de Titanic, El último mohicano o Braveheart. Todas ellas serán utilizadas por los bailarines para recrear las principales escenas de la historia celta y de sus leyendas; desde los días en que los druidas cuidaban espiritual y medicinalmente de las aldeas hasta las grandes migraciones irlandesas. En definitiva, todo un ejercicio de homenaje a la cultura celta (e irlandesa) al ritmo de acordes que han perdurado a lo largo de los siglos.
Música en directo
Junto a la treintena de bailarines que llegan a subir al escenario, el espectáculo cuenta además con una banda de música que toca en directo. Y es que esta especie de Irish Celtic Pub quiere que los asistentes se sientan como uno más y se impregnen del ambiente de tal modo que lleguen incluso a tener ganas de servirse un vaso de whisky irlandés para brindar al grito de Sláinte!