'La lucha por la vida' de Pío Baroja llega al Teatro Español, con Ramón Barea como actor y director

La lucha por la vida, la adaptación de la obra de Pío Baroja dirigida por el dramaturgo José Ramón Fernández, ha llegado a la Sala Principal del Teatro Español de Madrid el pasado 21 de marzo. Se trata de una producción del Teatro Arriaga de Bilbao en coproducción del propio Español. 

 

 'La lucha por la vida'. Teatro Español. 

 

 

La lucha por la vida es una trilogía de Pío Baroja, uno de los grandes autores de la Generación del 98,  que comenzó en 1903 como una novela por entregas en El globo. 

Se publicaron hasta 59 capítulos en el diario,  y entre 1904 y 1905 Baroja reescribió lo publicado y editó el conjunto en tres novelas: La busca, Mala hierba y Aurora roja.

José Ramón Fernández, Premio Nacional de Literatura Dramática de 2011,  ha realizado esta obra partiendo de dos premisas: "la primera, que pese a la reducción inevitable, se sienta que está todo. Y la segunda, que sea la obra, no su visión". 

Así, según ha informado el Ayuntamiento en un comunicado, el objetivo final de esta versión es llevar esta trilogía al escenario siendo una adaptación "fiel al autor y leal con la obra".

Manuel Alcázar: la lucha entre el bien y el mal 

El hilo conductor de la trama es un personaje, Manuel Alcázar, un muchacho de un pueblo de Soria que se traslada a Madrid, donde su madre se gana la vida  sirviendo. Allí, en aquel Madrid convulso y antagónico de finales del siglo XIX, empieza "toda una aventura de vida".

En un entorno marcado por la pobreza, en la periferia y con evidentes diferencias entre clases sociales, este joven trata de buscar referencias morales para vivir en un medio adverso en el que se debate desde el principio hasta el final entre influencias contrarias. 

Durante el transcurso de la obra, se ven personajes que lo incitan a construir una vida honrada y digna, y otros que constituyen una fuerza negativa. El espectador se coloca así en el brete de observar activamente a los personajes. ¿Quiénes ganarán?

El propio Teatro Español adelanta que esta es una narración teatral nada maniquea, que no nos deja empatizar con el héroe, ya que Alcázar ‘no es ejemplar ni dueño de su destino’ y tendrá que tomar decisiones que no siempre son las políticamente correctas. 

10 actores para 100 personajes

Ramón Barea combina las labores de dirección con las de actor, ya que forma parte del reparto junto con Aitor Fernandino, Olatz Ganboa, Ione Irazabal, Itziar Lazkano, Sandra Ortueta, Alfonso Torregrosa, Leire Ormazabal, Diego Pérez y Arnatz Puertas.

Entre los diez actores, dan vida a casi cerca de un centenar de personajes. Esa capacidad de transformarse rápidamente, de transitar de un personaje a otro y de cambiar de escena, le otorgan a la obra "un dinamismo muy interesante". 

 

 'La lucha por la vida'. Teatro Español. 

 

 

La acción teatral en este montaje por momentos se produce a un ritmo casi cinematográfico, puesto que hay cerca de 60 escenas en la obra, y muchas de ellas duran muy poco tiempo.

Barea ha apostado por una puesta en escena que va a lo esencial, a lo teatral y al espíritu de la historia barojiana. Por esto, el escenario diseñado por Jose Ibarrola apuesta por el "menos es más" y por una escenografía práctica al servicio de los intérpretes. 

El vestuario, diseñado por Betitxe Saitua, muestra a un elenco "en camiseta" bastante híbrido, pero que recuerda en cierto modo a la vestimenta de principios del siglo XX.

El trabajo realizado por David Alcorta con la iluminación contribuye a fijar los rasgos del paisaje de la obra, que se integra en la acción narrativa. El espectáculo contiene audiovisuales de Ibon Aguirre y destaca la música compuesta por Adrián García de los Ojos, que tiene un aire al romanticismo y al siglo XIX. 

Hay un leit motiv central que se repite a lo largo de la obra en distintos compases y estilos, pero también se puede escuchar más música original de estilos como pasodobles, chotis, vals, habaneras o charangas. 

 

 'La lucha por la vida'. Teatro Español. 

 

 

"Es pues, este espectáculo, un juego barojiano, multiforme, de una compleja sencillez, que se nos enfrenta desde el escenario. Que se diviertan", concluye el Teatro Español.