Las aventuras del perro más famoso del mundo en 'El Musical de Snoopy'
Este musical para todos los públicos es perfecto para preparar una jornada con los más pequeños
A partir del 17 de agosto –y hasta el 31 de este mismo mes– en Teatros Luchana de Madrid comienza la representación de El musical de Snoopy, un plan perfecto para ir con los más pequeños y disfruten de la música y de las aventuras de este personaje mundialmente conocido.
Esta representación de la compañía de Málaga Crea + teatro se sitúa dentro de la sección de teatro familiar del II Certamen de Artes Escénicas. La obra se caracteriza por ser muy divertida e íntima, y claro está, dirigido a todos públicos. En ella se puede ver al perro Snoopy soñando con otra vida rodeado de sus amigos: desde su amo, Charlie Brown, hasta su inseparable pájaro y compañero fiel Woodstock, con el que mantiene largas charlas. Ambos conseguirán que el día del sensible Charlie Brown sea más agradable en una representación llena de canciones y una trabajada coreografía.
Snoopy, un icono
Este personaje creado por Charles Schulz en 1950 nació formando parte de la tira cómica Peanuts que se centraba en las aventuras del pequeño Charlie Brown. Sin embargo, con el tiempo se fue haciendo más popular que el propio protagonista, llegando a convertirse en un símbolo de la cultura popular.
Al principio Snoopy aparecía como un perro que se comportaba como un perro, es decir, caminando a cuatro patas y sin capacidad para hablar. Pero fue su “humanización” lo que terminó por convertirle en el auténtico epicentro de la historieta de “Carlitos” y sus amigos.
Todo un filósofo
De hecho, si hay una imagen icónica de Snoopy es tumbado sobre la caseta (en la que guarda todo tipo de cosas pero donde no duerme por causa de la claustrofobia). Y es que este beagle se caracteriza por dejar volar su imaginación, evadiéndose de la monotonía a la que está atado. Para ello se imagina protagonizando momentos fantásticos en los que se llega a convertir en un auténtico héroe.
También destaca por provocar cierto caos entre la pandilla de amigos de Charlie Brown y, sobre todo, por sus conversaciones casi filosóficas con su inseparable Woodstock. Por cierto, tal es la fama de este pequeño perro blanco que incluso tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.
