Carlos Losada
Teatro
El humor absurdo de 'Tres sombreros de Copa', en el Teatro María Guerrero
La obra maestra de Miguel Mihura se estrena este 17 de mayo en Madrid
El Teatro María Guerrero de Madrid acoge entre el 17 de mayo y el 7 de julio la representación de una de las obras de teatro más importantes del siglo XX en España: Tres sobreros de copa.
La escribió Miguel Mihura en el año 1932, momento en que su humor absurdo hubiera supuesto toda una revolución... de haberse estrenado. Sin embargo, los empresarios de la época no le vieron posibilidades. A fin de cuentas, no era algo convencional y apostar por ello podría suponer un riesgo. Así que no llegaría a las tablas hasta 20 años después, en 1952, cuando el Teatro Español Universitario la representó en el Teatro Español de Madrid. La mentalidad y los tiempos habían cambiado y rápidamente se convirtió en una de las obras más importantes en el teatro contemporáneo.
La producción que se representará corre a cargo del Centro Dramático Nacional y en la dirección cuenta con la labor de Natalia Menéndez.
¿Qué narra ‘Tres sombreros de copa’?
La trama de esta obra de teatro está centrada en un hotel de provincias, concretamente en una noche: la que se hospeda el protagonista, Dionisio, en vísperas de su boda. Allí se encontrará tanto a Paula, una bailarina rubia y “maravillosa” de 18 años que también actuará en esa “ciudad de provincias” a la jornada siguiente, como a todos los que la acompañan.
Este encuentro marcará a Dionisio, que empieza a no ver tan claro eso de pasar por el altar. Tanto es así que la duda le corroerá durante toda la noche, pasando por su cabeza la posibilidad de huir con Paula y los suyos hacia una nueva vida. ¿Dejará a un lado su cobardía y su timidez? ¿Se alejará de los convencionalismos sociales que le atan a una vida acomodada y sin sustancia?
La obra, por lo tanto, se sumerge en el contrapunto de los dos mundos que se representan: el burgués y rígido de Dionisio, frente al libre, vital pero también tramposo de Paula. Y Miguel Mihura lo hace recurriendo al humor con maestría, centrándose en las figuras de ambos protagonistas, posiblemente lo más genuino de ambos “bandos”.