Verónica Mollejo
Televisión
Alberto Chicote regresa con ‘Pesadilla en la cocina’: revive los casos más memorables
El programa de La Sexta finalizó su temporada anterior con casi dos millones de espectadores
El chef Alberto Chicote lidera desde 2012 la adaptación del programa británico Pesadilla en la cocina, donde intenta salvar de una situación límite a establecimientos hosteleros de toda España. Un argumento que el cocinero ha sabido afrontar a la perfección gracias a su personalidad ácida y crítica, y que consiguió el beneplácito de la audiencia desde sus primeras emisiones. Tanto es así que es una de las reposiciones más vistas en los canales de Atresmedia Televisión, responsable de su emisión a través de La Sexta (@laSextaTV).
Ahora, Chicote y su equipo se enfrentan al estreno de su séptima temporada, que competirá las próximas semanas con otro peso pesado de la parrilla: Gran Hermano VIP. El primer programa trasladó al cocinero hasta el restaurante jerezano Mosto Tejero, al borde de la quiebra. Peleas, insultos, juergas sin fin e incluso la espantada del propietario del local consiguieron que Chicote perdiera la paciencia y que el programa volviera acompañado de un éxito arrollador.
Sin embargo, aunque puedan parecer exageradas, estas situaciones son algo habitual en Pesadilla en la cocina. Por eso, para celebrar el regreso de Chicote y su programa estrella, hoy queremos recordar algunos de sus casos más memorables. ¡Toma asiento y disfruta!
Restaurante Anou
Alberto Chicote viajó hasta Valencia en dos ocasiones para ayudar a su propietaria, Teresa, a sacar adelante un negocio que parecía destinado a desaparecer. ¿El motivo? La peculiar “intuición” de la cocinera que, básicamente, preparaba platos incomprensibles capaces de desesperar al mismísimo Chicote. De hecho, este caso fue descrito por el equipo como el “más frustrante” hasta la fecha. Afortunadamente, los cambios aplicados por el cocinero dieron sus frutos y el local sigue abierto al público.
Castro de Lugo
Uno de los casos más recordados por los seguidores del programa. Este restaurante, especializado en cocina gallega, revolvió el estómago de todos los espectadores al revelar restos de comida putrefacta en el frigorífico y una suciedad inhumana que incluso provocaron los vómitos del chef madrileño. Todo eso, sumado a la falta de liderazgo del dueño y la pasividad de los empleados, llevaron al restaurante a su cierre definitivo.
A Cañada
En esta ocasión, Alberto Chicote tuvo que enfrentarse a un caso claro de fraude. Al llegar al establecimiento, ubicado en el barrio madrileño de Lavapiés, descubrió que nada era lo que parecía. La fabada por la que supuestamente habían ganado un premio era de bote, al igual que el cachopo o el pulpo por el que también habían sido "laureados". Además, tampoco llevaban más de 125 años de servicio, como bien indicaban en la fachada del restaurante. Algo que sacó de sus casillas a Chicote y que se convirtió en el bombazo de la temporada.
El puerto
En esta marisquería de Benidorm, Chicote se enfrentó por primera vez al despido de uno de sus empleados. Más concretamente, el cocinero del local, un hombre maleducado y déspota que hizo la vida imposible al chef durante su estancia. La situación llegó a tal extremo que Chicote se vio obligado a prescindir de sus servicios y comenzar la búsqueda de un cocinero nuevo. Una decisión que puede haber salvado el restaurante, pues todavía permanece abierto.