Desde que David Broncano se estrenara en Televisión Española con La Revuelta no ha dejado de dar que hablar. Los datos de audiencia posicionan al programa como líder de audiencia, pero esta no es la cifra que más interesa al equipo. Broncano dejó claro desde los primeros programas que su objetivo es llegar a un público muy concreto: las personas mayores.
Y es que según las cifras publicadas por Barlovento Comunicación, aunque La Revuelta triunfa en diferentes franjas de edad, su rival directo, El Hormiguero, sigue enganchando más a los mayores de 65 años. De hecho, la media de edad del programa de Broncano es de 48 años, representando la franja de 65 a 74 años, un 11,1% de la cuota de audiencia, y los mayores de 74, un 7,4% en su primera semana de emisión (9 al 12 de septiembre).
Para que esto cambie, Broncano no duda en dar protagonismo a las personas mayores para así conseguir que este colectivo se sume a su programa. Por eso, en su última emisión, destacó la presencia entre el público de Rosa, una mujer de más de 65 años.
Broncano interpelaba a la mujer para preguntarle por qué al verle, Rosa le apretaba la mano con fuerza. La respuesta de la mujer dejaba sin palabras al presentador y desataba los aplausos del público.
"¡Vivan las yayas!"
Al parecer, esta es la segunda vez que Rosa acudía como público, aunque la primera fue cuando el programa se emitía en Movistar+ y se llamaba La Resistencia: "El apretón ha sido por darte las gracias y te voy a explicar por qué. La noche anterior de venir aquí (el año pasado) yo estaba muy triste, muy mal. Entonces el día que vine aquí, como mi adorado tormento, (haciendo referencia a su hijo, que estaba sentado a su lado) me dijo que tenía que participar, inútil de mí que no conocía el programa, entonces dije si hay que participar, lo hago, lo que no sabía es la movida que me venía detrás", decía.
Pero la historia no acaba aquí, y Rosa no dudaba en confesar al presentador que "el apretón ha sido porque aquel día fui muy feliz, me lo pasé muy bien y te doy las gracias", confesaba una de las protagonistas de la noche del miércoles.
Al escuchar las palabras de Rosa, el público rompía en un sonoro aplauso y Broncano bajaba del escenario para darle un abrazo a la mujer y darle las gracias: "¡Vivan las yayas!", decía Broncano.
La generosidad de Rosa no se quedó ahí, y sabiendo que el programa quiere llegar a las personas que, como ella, ya tienen más de 65 años, no dudó en decirle al presentador que ella representa a este colectivo, y que si quiere puede traerle un "autobús" desde su ciudad, Zaragoza, lleno de personas mayores: "Me voy a la parroquia, que no voy nunca, y agarro un autobús".
Al escuchar estas palabras, Broncano no dudó y dijo: "Sois nuestra gente. Todavía queremos que veáis el programa. Tráete señoras amigas tuyas de Zaragoza".