Escasas cantidades de comida, malas condiciones de salubridad de los productos, falta de previsión y nula adecuación de los menús a las necesidades de los mayores. Todas estas deficiencias en el servicio de restauración de la residencia pública del Ensanche de Vallecas, gestionada por la empresa Aralia, fueron denunciadas este miércoles en el programa de Alberto Chicote (@albertochicote), ¿Te lo vas a comer? (visualiza el programa íntegro aquí).
Uno de los platos incluidos en el 'catering' .
El cocinero entrevistó a dos empleadas del centro que denunciaron las carencias de los menús, grabando vídeos de cómo se trabajaba en la cocina. En estos se puede ver como escasean alimentos, no se cumplen los consejos de los nutricionistas y se cocina de un modo poco higiénico, reciclando el aceite, por ejemplo. "Lo que más nos cabrea es el pescado: es horroroso manejarlo. Es de baja calidad, se queda deshecho", señalaba una de las cocineras.
Así, tras tratar de contactar sin éxito con la empresa que gestiona la residencia, con la dirección y con la Comunidad de Madrid, Chicote consultó a un experto nutricionista que le aseguró que los menús que se servían no eran adecuados para los mayores.
Chicote escucha a familiares beneficiarios del cátering del Ayuntamiento de Málaga.
Tras esta comprobación, él y su equipo se dirigieron a la entrada del recinto y hablaron con familiares que corroboraron que la comida era de mala calidad y que, además, era complicado acceder a los comedores para comprobarlo puesto que se les prohibía el acceso.
Un servicio de cátering deficiente
Por otra parte, en este mismo programa también se denunció la baja calidad de la comida que se reparte a domicilio a los beneficiarios de la Ley de Dependencia en Málaga. En este caso, sí que se consiguió hablar con el delegado del Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento malagueño, Raúl Jiménez.
El cocinero enseña las quejar de los usuarios al delegado del Área de Derechos Sociales del Ayuntamiento Málaga.
Tras transmitirle las quejas de varios usuarios, Chicote decidió mostrarle algunos de los platos que se servían. "Los usuarios y familiares me dicen que lo que reciben no vale un pimiento, las personas que asisten me comentan que no reciben más que quejas y el propio repartidor de la comida señala que un día sin una queja o más es una fiesta", le comentó Chicote.
De esta manera, Jiménez, que empezó loando la calidad del producto y la fiabilidad de la empresa repartidora, cedió y reconoció que "esos fallos garrafales no se pueden tener" y apuntó que el consistorio se gastaba "unos 5 euros" en cada comida. "Si es ese precio y de primero dan macarrones, un trocito de abadejo y, después, una manzana, alguien se lo está quedando por el camino", le contestó Chicote.
Finalmente, el programa también mostró un ejemplo de que las cosas se pueden hacer bien. El equipo entrevistó a María, una usuaria del servicio de cátering del municipio de Jerez de la Frontera que señala que, en su localidad, el servicio se daba bien y era de buena calidad.