Rafa fue expulsado y Gérard y Jesús son los nominados de la semana
Lunes 2 de marzo de 2020
7 minutos
Manu Guix lleva creando expectativas con esta gala desde el minuto 1. En las dos últimas ediciones, coincidieron la gala 7 con una mayor madurez de los concursantes dentro de la academia. Puede ser porque es cuando todo lo aprendido empieza a ensamblarse y asimilarse de verdad. También a esta altura son menos, tienen más tiempo con los profesores y las dinámicas personales y de trabajo están más aceptadas. El otro factor común es que es la gala después de su primera firma de discos.
Este miércoles, los y las concursantes salieron por primera vez de la academia para encontrarse con sus fans. Y los seguidores de OT no decepcionan. Pese a los malos datos de audiencia, todas las firmas se llenaron de miles de personas, e incluso muchas de ellas se quedaron sin su autógrafo después de horas de cola. Esto demuestra que el formato sigue en forma, y que ya no es el número de televidentes lo más importante cuando tu público es mayoritariamente joven. No hace falta encender la televisión para estar al día de Operación Triunfo. La app del programa y las cuentas en Instagram, Twitter y Youtube son los canales mayoritarios por los que los concursantes llegan a su público. También hay que tener en cuenta que si la mayoría de los seguidores están en edad escolar, quedarse hasta las dos de la mañana despiertos no es una opción.
Después de darse un baño de masas, la perspectiva cambia forzosamente. Hace dos meses, nadie los conocía, y ahora salen a la calle y se ven rodeados de quinceañeras que los idolatran y que, además, conocen sus gustos y sus relaciones personales. Para cualquier mente humana, este es un cambio en el que debería trabajarse con ayuda psicológica externa. De todas formas, parece que en las dos últimas ediciones, y también en esta, el golpe de realidad funciona como motivación y empuje de energía para la gala 7.
Además, durante la gala, Roberto Leal anunció una mini gira de 4 conciertos al acabar la edición. Esto supuso una sorpresa para todos, sobre todo después del fiasco del año pasado. La gira se canceló por falta de venta de entradas. Esta vez, el programa fue prudente y empieza con sólo cuatro fechas.
Este viernes, además, saldrán varios singles que se están produciendo dentro de la Academia. Para la gira, presumiblemente todos y todas tendrán una canción propia para cantar, y eso siempre es un valor añadido.
La gala
No sé si es que ya me he acostumbrado a la realización de esta edición o si, poco a poco, mis estándares van bajando a medida que se acerca la final. También puede ser que Manu tuviera razón y ésta fue la gala del despegue. Lo cierto es que las actuaciones parecieron un poco menos amateur.
La actuación de Hugo tuvo ese característico sonido de pabellón que tanto gusta esta edición. Aún así, fue de las veces que menos desagradable se me hizo escucharlo, quizá por el cambio de colocación que ha conseguido trabajando con Mamen. La madre de Hugo hizo una aparición estelar al terminar la actuación de este. Una mujer que formó un dúo cómico con su hijo durante unos minutos muy divertidos, y que se salió del clásico “todos te vemos desde casa, aprovecha la experiencia” que todos los familiares e invitados suelen decir.
Maialen tenía esta semana que interpretar una canción de Julieta Venegas, que es la típica canción que a priori parece fácil pero puede suponer varios problemas: acabar imitando a Julieta o que la sencillez y aparente facilidad con la que Maialen la canta le parezca poco meritoria al jurado. La cantó de forma personal, porque ella no sabe no llevarse la canción a su terreno. Incluso la manera que tiene de moverse sobre el escenario es muy particular. No sé si en el programa seguirán premiando esto o si en algún momento sacarán la baza de la no versatilidad para nominarla. Pero sea como sea, ella tiene claro quién es y lo que hace y por eso creo que le irá muy bien.
Bruno es de los concursantes más buenrolleros de este año, y en esta canción parece que se ha sentido cómodo de verdad, y así lo transmitió. En el pase de micros, Iván comentó lo bonito que es ver a alguien que hace lo que le gusta, que se siente libre, y lo que eso transporta al público. Los demás profes asintieron, en un ejercicio de amnesia colectiva. Parece que no se dan cuenta de que continuamente ponen retos inasumibles con ciertas canciones (no por dificultad sino por estilo), y que dirigen excesivamente las actuaciones de manera que esa libertad queda completamente prohibida.
A la que le tocó en esta gala cantar con Nia fue a Eva. Parece que cada semana, quien comparte escenario con la canaria sube su nivel de exigencia. Por fin pudimos ver a Eva cantar de verdad, bailar y pasárselo bien. Nia les pone las pilas a todos también por su actitud. Es trabajadora y siempre está de buen humor. Motiva a sus compañeros y los ayuda a mejorar.
Rafa eligió una canción de su estilo pero fuera de lo happyflower que suele hacer. Y lo hizo muy bien, también vocalmente creo que se vio una gran evolución.
Flavio y Gérard cantaban juntos esta semana. Y como son de los que mejor gusto tienen cantando y de los que menos habilidad bailando, pues la dirección del programa decidióponerles un número lleno de coreografía que pensé que sería ridiculo. Pero algo han hecho esta semana que consiguieron que Gérard sonriera cantando. Incluso guiñó varias veces un ojo. El baile sigue sin ser lo suyo, de ninguno, pero fue sorprendentemente digna la coreografía. Flavio cantó mejor que nunca esta canción, pero Gérard sacrificó un poco el cante por la actitud. Yo no se lo tendría en cuenta.
Además, vino Ariadna a presentar su single y demostró que es una buena voz que hizo un mal concurso.
Por otra parte, esta semana le tocó a Jesús cantar una canción que le encanta a Noemí Galera y que le chirría que se cante distinta a la original. Jesús sólo puede hacer una cosa a la vez, y esta vez le resultaba difícil de cantar, así que durante toda la actuación tuvo cara de nada.
Anajú se consagró como persona que lo hace todo bien. Se arriesgó mucho cuando escogió La Sandunguera y le salió bien. Hizo que cambiasen la manera que tenía el programa de verla y con ello la estrategia. Y ahora le dan canciones que hacen que pueda lucirse.
Samantha volvió a ser protagonista de la gala con sus imitaciones y dio el Samanthazo interpretando Human. Tiene ese algo más de la gente que se lo cree de verdad.
Expulsado y favorita
Ayer despedimos a Rafa. Se fue con el mismo buen rollo que va a faltar en la Academia ahora que él se marcha. Para mí no era el peor de los tres, pero creo que ya sacó todo lo que necesitaba del programa y que le puede ir bien fuera.
La favorita esta semana fue Anajú. Creo que esto le puede ayudar con su autoestima, y hacer que mejore.
Nominaciones
Justo después de la alegría vino la tristeza para Anajú. Injustamente le reprocharon pequeñas imprecisiones vocales que no tuvieron nada de importancia en el difícil numerazo que se marcó.
A pesar de haber mejorado mucho, Gérard cayó por desafinar y Flavio también. Jesús llevaba varias semanas en la cuerda floja y por fin está nominado. Esta vez los profesores salvaron sabiamente a Anajú y los concursantes a Flavio.
Por lo tanto, esta semana hay que decidir entre Jesús y Gérard, que por lo menos podrán así librarse el uno del otro. Todo indica que cuando el gaditano ponga a prueba su popularidad va a ser bastante duro, por ciertas actitudes intolerantes dentro de la Academia.
Las nominaciones a esta altura del programa empiezan a ser o evidentes o absurdas. Con los que son, casi la mitad van a estar nominados, y muchas veces no hay cuatro que se lo merezcan. Entonces el jurado se mete en extraños laberintos dialécticos vacíos y dejan desconcertados a los concursantes. Creo que seria mejor decirles que no están a la altura de los demás, simplemente.
Las expulsiones ya empiezan a ser intensas, y esta será la última semana con dúos. Se acerca la intensidad de la recta final, los agobios y los errores irreversibles. Veremos qué acogida van teniendo los singles y contabilizando visitas de Youtube para ver si no es esta también la recta final del formato.