Televisión
'El Hormiguero' junta a jóvenes y mayores para hablar de sexo y esto es lo que pasa
Los mayores han dado una auténtica lección al familiarizarse con términos que desconocía
Los experimentos intergeneracionales de El Hormiguero son más que conocidos. En ellos juntan a mayores y jóvenes para hablar de música, comida o para escribir una carta a los Reyes Magos. Esta vez la temática elegida ha sido el sexo.
Para hablar de ello han juntado a un grupo de veinteañeros con personas mayores de 90 años. Tres generaciones separan a los participantes que han hablado sobre amor, fidelidad o identidad de género.
La primera pregunta ya empezaba a evidenciar las diferencias entre las generaciones: "¿Con cuántas personas has estado en tu vida?" preguntaba el locutor. "Con uno, que fue con el que me casé", respondía una de las mujeres mayores. "Estos brazos solo han tocado a María Teresa", respondía otro de los participantes. "A este. Es el que me puso Dios en mi camino y ya está"
Una cifra muy inferior a la de los jóvenes: "No sé, ¿40?", "como con unas veinte". Unas respuestas que dejaron sin palabras a los mayores.
El matrimonio
El matrimonio fue otro de los temas que se trataron. Los jóvenes se mostraron reacios a casarse, mientras que los mayores se dieron el 'sí, quiero' muy pronto: "Me casé con veinte años", aseguraba uno de los participantes.
En un momento del experimento, las dos generaciones se juntaron y empezaron a dialogar. Los jóvenes querían saber si alguna vez los mayores se habían planteado probar algo nuevo: "No, jamás. Mientras yo tenga a mi mujer no me monto encima de otra", respondía contundente un matrimonio.
El sexo a tres generaciones de distancia #BatmanEH pic.twitter.com/DIHaqmQIWz
— El Hormiguero (@El_Hormiguero) February 23, 2022
Los mayores respondieron con humor a las nuevas formas de entender una relación. Por ejemplo, cuando les explicaron en qué consistían los bares de intercambio de parejas: "Ahora se llama relación abierta, antes se llamaba putada".
La identidad de género y el poliamor
La identidad género fue otro de los puntos del debate: "Me identifico como género no binario", comentaba una de las jóvenes. Un término con el que los mayores no están muy familiarizados: "¿Género mobiliario?", comentaba confundido uno de ellos, y cuando le explicó a su esposa, la mujer respondió que la trataría "lo mejor posible".
El entrevistador también quiso preguntar a los mayores si alguna vez habían dudado de su identidad de género: "No, eso no, yo sé que tengo rabo", comentaba uno de los mayores.
Otro de los temas más controvertidos fue el poliamor: "Es incomprensible para mi edad", decía uno de los mayores.
Para terminar los mayores conocieron a un actor porno, y los mayores sorprendidos se reían al ver a Jordi trabajar: "Ave María purísima, que forma más bonita de morirse uno", concluía uno de los mayores.
El experimento dejó patente que aunque las diferencias generacionales son más que evidentes, los mayores entienden que los tiempos han cambiado, y con él la forma de entender las relaciones amorosas.
