Netflix arrasa en la crítica con la serie 'Muñeca Rusa'

Una de las nuevas apuestas estrella de Netflix comienza con una premisa familiar: cada vez que Nadia (la protagonista) muere –lo que sucede de manera recurrente gracias a una fuerza invisible– se despierta de nuevo en el mismo lugar, el mismo día y la misma hora.

Pero la experiencia de Nadia no es como la del Bill Murray en Atrapado en el Tiempo (Groundhog Day, 1993). Cada episodio enfrenta a la protagonista contra un bucle sin fin de momentos dolorosos, libertinaje con drogas, su propia realidad desmoronada y muchas relaciones destrozadas. Para ella, la muerte es inevitable; esta diseñadora de videojuegos está jugando la vida en un nivel de dificultad rozando el masoquismo. Y desafiar al sistema en "modo difícil" a menudo significa morir al llegar al final. Nadia está atrapada en esa versión de la vida, donde la única opción es abrir la puerta del baño de forma permanente, pasar por su fiesta de su 36 cumpleaños y tratar de no caer al piso de abajo.

Russian Doll crea ansiedad a través de la repetición. La creadora Leslye Headland obliga a la audiencia a ver a Nadia repetir su noche una y otra vez, en una experiencia frustrante y angustiosa. En el episodio piloto ya se establece y se explica la serie, su mundo y su lógica un tanto retorcida. Aprendemos que Nadia puede preservar su progreso, como si de un videojuego se tratara. Más tarde, ella se une a Alan, quien también sufre esta extraña maldición; cada vez que mueren, aprenden un poco más sobre los entresijos del proceso.

Proceso agotador

La historia de Muñeca Rusa es fácil de transmitir al espectador, y ver el ciclo completo puede ser agotador. Los días repetitivos de Nadia cambian ligeramente durante los primeros capítulos de la serie, pero estos cambios se van notando muy lentamente. Esto hace que la primera parte de Muñeca Rusa sea como un tutorial lento, que nos priva de los giros más interesantes en la historia principal. Pero vale la pena esperar para presenciar esas sorpresas en la historia. 

Headland, una de sus creadoras junto a la cómica Amy Poehler y Natasha Lyonne, habló sobre la naturaleza de la serie en una entrevista reciente: "Se trata más de una mujer que no puede pasar al siguiente nivel. Es mucho más parecido a una analogía de un videojuego que a el Día de la Marmota. Para mí, la analogía es un poco más como: '¿Qué pasaría si la vida te tratara de la misma manera en que te trata un videojuego, y es que no puedes avanzar hasta que logres esto?".