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Televisión
'Querer' y el consentimiento en el matrimonio: "Antes tolerábamos más violencia de la que creíamos"
Alauda Ruiz de Azúa dirige esta serie que se estrena en Movistar Plus+
Este jueves 17 de octubre Movistar Plus+ estrena Querer la primera serie de televisión de Alauda Ruiz de Azúa. Cuatro capítulos que interpelan al espectador sobre "cómo el miedo puede condicionar nuestras relaciones" planteando incómodas preguntas sobre un tema tan complejo y "aún por explorar" como el consentimiento dentro del matrimonio. Lo hace a través de la historia de Miren, una mujer interpretada por Nagore Aramburu que, tras 30 años de matrimonio y dos hijos en común, abandona el domicilio conyugal y denuncia a su marido por violación continuada.
"En poco tiempo han pasado muchas cosas, y creo que quizás nos estamos dando cuenta de que tolerábamos más violencia de la que creíamos", reflexiona la cineasta vasca en una entrevista concedida a Europa Press en la que recuerda cómo fueron los productores los que se acercaron a ella con una propuesta muy concisa: "hablar del tema del consentimiento o del no consentimiento dentro del matrimonio".
"Yo no recordaba mucha ficción, muchas historias sobre esto. Era un terreno que estaba todavía por explorar y después de haber hecho la serie, tengo la sensación que en parte tiene que ver con que es un ámbito donde es más difícil identificar las agresiones sexuales", dice Ruiz de Azúa que dirige las cuatro entregas de Querer, cuyo guión también firma junto a Eduard Sola y Júlia de Paz.
Cuatro capítulos (Querer, Mentir, Juzgar y Perder) centrados en las diversas etapas del "potente viaje" en el que se embarca la protagonista y que reflejan las consecuencias, familiares, judiciales, económicas y sociales, que atraviesa Miren desde el momento en el que decide decir "basta ya" y denunciar a su marido, Iñigo, interpretado por Pedro Casablanc (B, la película, Saben aquell) por tres décadas de maltrato psicológico, terror y violencia sexual.
"Hicimos un proceso de documentación e investigación donde hablamos con todo tipo de personas que intervienen en este tipo de procesos judiciales, a mujeres que habían sido víctimas de ese tipo de violencia sexual, a familiares y también abogadas, psicólogos, jueces...", recuerda la ganadora del Goya a la mejor dirección novel por Cinco lobitos que puntualiza que la historia de Miren "no es la historia de alguien en concreto" sino que fue construida "con muchas de las cosas que se nos contaron y que nosotros veíamos que se repetían".
Patrones de una violencia soterrada y cotidiana
"Nos dimos cuenta de que muchas violencias tenían patrones muy claros y se repetían. La violencia económica, la violencia psicológica, la manera en la que se concretaban en la intimidad de esa pareja, se repetía lo mismo en muchas historias", subraya Ruiz de Azúa que cree que este tipo de comportamientos, esos "patrones violentos" se han perpetuado de forma siliente durante generaciones no solo por la dificultad de identificarlos, sino también por lo duro que es "enfrentarnos a algo así cuando ocurre en el ámbito familiar".
En este sentido, la directora apunta que "es más fácil juzgar la violencia sexual si le pasa en la calle a una desconocida que si pasa en tu casa a alguien como a tu madre". "No es fácil contarte a ti mismo que has sido una víctima. No es fácil contárselo a los hijos, al mundo... y no es fácil para los hijos contarse lo que está pasando", reflexiona.
"Y luego están las violencias que aceptamos, es decir, que normalizamos. Esos grados que siempre dices: '¿Esto ha sido tan grave para que explote todo lo que tenemos?'", apostilla la protagonista de la serie, Nagore Aramburu que destaca que el viaje que ha vivido junto a Miren le ha servido como un "gran aprendizaje" para "entender o intentar comprender más a la gente que está pasando estos procesos largos de violencia continuada". "Ahora me pregunto cómo podemos dudar de la verdad de alguien que tiene que pasar por todo eso. A mí ahora se me hace más difícil dudar", señala.
"Todo el mundo se puede sentir interpelado en el sentido de preguntarse: '¿Qué haría yo... o qué haría yo en esa casa? En distintos grados al de la historia, pero todos hemos podido ver cosas en nuestra casa y nos hemos podido cuestionar cómo hemos reaccionado o si hemos mirado para otro lado", secunda la directora.
"No hacer un espectáculo"
Y precisamente en "esas preguntas que hay que hacerse" es en las que Querer pone el foco. Y lo hace desde la sobriedad y la "contención", en muchas ocasiones con los silencios, huyendo de la estridencia, de la exageración y del maniqueismo. "Desde el principio del proyecto no quería entrar en nada morboso, no quería hacer un espectáculo de algo que para mí no tenía nada de espectáculo", afirma Ruiz de Azúa que señala que en la serie "ha habido como dos o tres apuestas" que sentía que eran "más arriesgadas" y una de ellas era, precisamente, "no mostrar las agresiones de ningún tipo, los actos físicos".
En este sentido, la directora espera que Querer sirva también para que el público se plantee reflexiones como "si podemos acompañar mejor a las víctimas una vez que nos damos cuenta de la dificultad de enfrentar algo así" y, ahora que la conversación sobre la violencia machista e intrafamiliar se lleva a lugares nuevos que hasta ahora no se habían planteado como sociedad, estudiemos también "la relación que tenemos con el miedo y cómo el puede condicionar nuestras relaciones".
"En poco tiempo han pasado muchas cosas. Y yo creo que es como si nos hubiéramos quitado una venda de los ojos y hemos descubierto que hay un mundo nuevo. Lo que pasa es que hoy estamos intentando todavía entenderlo del todo. Pero yo siento que ya no podemos volvernos a poner la venda. Ya hemos visto que vivíamos en un sitio que no era como creíamos, ¿no? Que estaban pasando más cosas de las que creíamos. Creo que quizás nos estamos dando cuenta de que tolerábamos más violencia de la que creíamos", expone la directora. "Sí, eso está cambiando", concluye Araburu.
Querer estrena su primer capítulo este jueves 17 de octubre y cada jueves llegará al servicio de streaming un nuevo episodio hasta completar los cuatro que conforman la ficción. Miguel Bernardeau (1899, Élite) dando vida a Aitor, el hijo mayor de la pareja, Iván Pellicer (Paraíso, Disco, Ibiza, Locomía) que interpreta a Jon, el hijo menor y Loreto Mauleón (Los renglones torcidos de Dios, Patria) que da vida a la abogada que lleva el caso de Miren, completan el reparto principal de la serie original Movistar Plus+ en colaboración con Kowalski Films y Feelgood Media.