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Televisión
Las 'Historias para no dormir' de Chicho Ibáñez Serrador resucitan en Amazon
Se actualizarán los capítulos 'Asfalto', 'Freddy', 'El doble' y 'La broma'
Los directores Rodrigo Sorogoyen, Paco Plaza, Paula Ortiz y Rodrigo Cortés reinterpretan Historias para no dormir en una actualización que recupera cuatro episodios de la mítica serie creada por Chicho Ibáñez Serrador, emitida en dos periodos entre 1966 y 1968 y en 1982, y que se han proyectado en el Sitges - Festival Internacional de Cine Fantástico de Cataluña.
En rueda de prensa este domingo, el productor e hijo de Chicho Ibáñez Serrador, Alejandro Ibáñez, ha asegurado que ha sido fácil la selección de directores porque son "apasionados" de la obra de su padre y aceptaron rápidamente por el respeto y cariño hacia su figura escogiendo qué capítulo querían hacer, y ha remarcado que la serie mantiene el espíritu de su creador.
Los cuatro capítulos de esta primera temporada, que a partir del 5 de noviembre se verán en Amazon Prime Video y posteriormente en TVE, son El asfalto, dirigido por Paula Ortiz y protagonizado por Dani Rovira e Inma Cuesta; Freddy, dirigido por Paco Plaza con Miki Esparbé, Adriana Torrebejano y Carlos Santos; La broma, realizado por Rodrigo Cortés y protagonizado por Eduard Fernàndez, Nathalie Poza y Raúl Arévalo, y El doble, a cargo de Rodrigo Sorogoyen con Vicky Luengo y David Verdaguer.
Cortés ha agradecido que les permitieran "meter mano en el cofre del tesoro" de las historias de Chicho Ibáñez Serrador --fallecido en 2019--, actualizarlas y hacerlas volar en una dirección distinta, y ha reivindicado que el creador de la serie original es un cineasta gigantesco y su influencia mayúscula, en sus palabras.
"Influencia fundamental"
En esa misma línea, Plaza ha remarcado que Chicho Ibáñez Serrador es "una influencia fundamental" y que sus dos películas, La residencia y ¿Quién quiere matar a un niño?, son indispensables, y que por ello en Freddy ha querido hacer un homenaje a uno de sus grandes maestros convirtiéndolo en un personaje de ficción, encarnado por Carlos Santos.
Paula Ortiz ha asegurado que, pese a que sus anteriores trabajos estaban alejados del fantástico, es un género que le encanta porque le gusta desarrollar historias en el "umbral entre lo real y lo irreal", ha recordado que en el Festival de Sitges fue donde presentó su primer cortometraje y ha reivindicado cómo Ibáñez Serrador disfrutaba presentando los capítulos.
Preguntada por el papel de las mujeres directoras en el cine, Ortiz ha dicho que debe haber un "intento permanente de que la imaginación no tenga muros", y que no haya etiquetas que restrinjan por ser una película realizada por una mujer.
También aparentemente alejado del género, Rodrigo Sorogoyen ha asegurado sentirse muy cómodo por las posibilidades con El doble de contar una historia "entretenida, divertida, inquietante y emocionante", y ha señalado que el fantástico y la ciencia ficción son dos género que le encantaría poder hacer.
Interpretes más habituados a la comedia como el actor Dani Rovira y la actriz Inma Cuesta, que ha asegurado ser fan del cine de género, han mostrado su predisposición al cine de terror: "No me importaría ser el Nicolas Cage español", ha bromeado el actor.
Hacer un Chicho con "alma"
Los intérpretes Miki Esparbé, Adriana Torrebejano y Carlos Santos han explicado a Europa Press que no se pensaron aceptar el papel que Plaza les ofrecía en esta relectura del legado de Chicho Ibáñez Serrador, y Esparbé ha remarcado que en un inicio impone tocar a un referente sobre una forma de entender la ficción, pero que se han sentido arropados y cómodos "dentro de la locura" del proyecto.
Uno de los aspectos del capítulo Freddy es la aparición de Chicho Ibáñez Serrador como personaje --circunstancia que hace que se mantenga la época en que fue grabado el original--, y Santos ha admitido que fue un reto y que quiso que tuviera "alma" sin hacer una imitación, para lo que pudo ver mucho material grabado en el que aparecía.
Otro de los aspectos que tanto Torrebejano como Esparbé han destacado es que es un capítulo que es "metacine" y que permite rodar una película dentro de una película y redoblar el homenaje a Ibáñez Serrador, por lo que era esencial mantener la propuesta en la época original.