Marco Herrera
Televisión
¿Es la tercera temporada de 'True Detective' tan buena como la primera?
Tras la decepción de la segunda temporada, la serie parece recuperar el nivel en esta tercera
A muchos les pillaba por sorpresa la excelente primera temporada de True Detective en 2014. La serie creada por Nic Pizzolatto contenía todos los elementos para mantenernos pegados a la pantalla de televisión durante sus ocho capítulos: misterio, un clímax asfixiante, unos protagonistas con carisma (Matthew McConaughey y Woody Harrelson) y una serie de asesinatos cada vez más intrigantes. Tras su éxito de público y crítica, HBO decidió renovar por una segunda y tercera temporadas, que aunque con historias y protagonistas diferentes, seguiría manteniendo elementos comunes con la primera temporada.
Pero la segunda temporada tuvo menos aceptación profesional y popular, a pesar de haber optado por otros dos actores solventes para llevar el peso de la trama como fueron Colin Farrell y Rachel McAdams. En esta tercera, será el multioscarizado Mahershala Ali quien lleve el mando protagonista, y ya ha habido voces que señalan una mejoría de la serie. Pero, ¿es como para ser tan optimistas como con la primera temporada? Lo vemos.
Buscando la magia de sus inicios
Tras cuatro años, Pizzolatto regresa con la tercera entrega, y el creador parece haber aprendido algunas lecciones útiles. Por un lado, ha simplificado la trama, centrándose en el detective Wayne Hays (Mahershala Ali), que investiga la desaparición de dos niños en las montañas Ozarks de Arkansas. Además, Pizzolatto ha abrazado muchos de los elementos de la historia que hicieron de la primera temporada todo un éxito, incluyendo tres líneas de tiempo cambiantes y una sensación más gótica, más cercana a aquel sur que tan bien plasmó en la primera.
A pesar de ello, la sensación mágica de atracción que vimos en la temporada original, no ha vuelto del todo. Fueron los detalles macabros de esa primera entrega (que los fans de la serie extrapolaron en todo tipo de conspiraciones) lo que la hizo brillar, junto con la fascinante actuación de McConaughey. Con esta temporada tenemos un trabajo menos barroco, quizás demasiado ansioso por demostrar que puede contar una buena historia de nuevo. Pero se hace sólida por el excelente trabajo de Ali en el papel principal, un poco más moderado que los protagonistas anteriores, aunque igual de cautivador.
Trama
El principal misterio de la temporada es el siguiente: en 1980, el detective Wayne Hays, un policía estatal en el noroeste de Arkansas, tiene la tarea de encontrar a dos niños desaparecidos, cuyos padres, Tom (Scoot McNairy) y Lucy (Mamie Gummer), están destrozados y arrepentidos. Ambos no paran de culparse mutuamente por la pérdida. Wayne está acompañado por su brusco compañero, Roland West (Stephen Dorff), pero igual de crucial es la conexión que Wayne forma con la maestra de los niños, Amelia Reardon (Carmen Ejogo), quien se interesa por el caso.
La serie avanza hasta 1990, cuando el caso se reabre después del descubrimiento de nuevas pruebas. En ese momento, Wayne sigue obsesionado por errores pasados, mientras que Amelia se ha convertido en una experta en crímenes reales y está escribiendo un libro esclarecedor sobre las desapariciones.
Más tarde, el detective vuelve a saltar, esta vez a 2015. Wayne ahora es un hombre mayor que sufre pérdida de memoria y demencia. El viejo detective está tratando de aferrarse a los detalles de un caso del que nunca ha podido escapar, mientras trabaja para obtener una revelación final y crucial al ser entrevistado para una serie documental sobre los niños desaparecidos.