Trucos de cocina que no conocías y sin los que no podrás vivir desde ahora

La cocina se está convirtiendo en las últimas semanas en el refugio de no pocas personas, si es que ya no lo era.

Como no sólo de bizcochos y repostería vive el hombre, te vamos a desvelar unos trucos que seguramente no conocías y que te harán las tareas culinarias más sencillas, y hasta divertidas.

Separar las yemas de las claras

Deja de lado el engorroso y sucio trabajo de separar las yemas de las claras con la cáscara. Tras haber abierto los huevos en un bol, simplemente con una botella pequeña de agua de plástico vacía, aprietas ligeramente el envase, colocas su boquilla junto a la yema y dejas de apretar. El vacío generado succionará solo la yema.

Quiché en 30 segundos

Dentro de una bolsa de congelar, mezcla huevos, nata, verdura picada y todo lo que se te ocurra. Lo cierras, agitas bien e introduces en agua hirviendo. Pasados unos minutos tendrás una quiché ‘de emergencia’ sabrosa y lista para comer.

Huevos de emergencia

¿Se te ha ido la mano en tu compra y tienes huevos a punto de caducar? No hay problema. Toma un molde de cubitos de hilo, abre los huevos y deposita el contenido de cada uno de ellos (yema y clara) y déjalos en el congelador. Aguantarán hasta dos meses y siempre los tendrás listos para cocinarse.

Café a la naranja           

Si queremos dar un toque exótico a nuestro café podemos tomar una naranja y vaciarla por dentro. Le añadimos una o dos cucharadas de café e incorporamos café caliente. Dejamos reposar unos minutos y tendremos una agradable infusión.

Helado de Oreo

Bastaría, antes de abrir el envoltorio donde vienen las galletas de Oreo, aplastarlo para desmenuzarlas. Abrirlas por uno de los lados y añadir leche entera. Para finalizar se coloca el imprescindible palito de madera y al congelador. Se puede dar un toque más bañándolo con chocolate una vez está congelado.

Mermelada de fresa en 10 minutos

Hoy en día las fresas apenas duran un par de días tras comprarla antes de que comiencen a estropearse. Antes de que eso ocurra, aprovecha las que estén más pasadas para hacer mermelada. Tan simple como, en un bol, añadir a las fresas una cucharadita de zumo de limón y azúcar al gusto. Con un tenedor aplastamos las fresas y mezclamos muy bien. Para terminar calentamos en el microondas durante 5 minutos y dejamos enfriar.

La cocina nunca fue tan fácil