65ymás
Los acueductos romanos son obras de ingeniería que nos siguen asombrando. En algunos casos son sus dimensiones, en otros el ingenio empleado para lograr llevar el agua a las ciudades salvando los distintos accidentes geográficos. A veces, lo que llama la atención es su magnífico estado de conservación y. en ocasiones, lo más sorprende es descubirir la perfecta técnica de construcción utilizada, que ha permitido levantarlos piedra a piedra y, en algunos casos, sin argamasa alguna. Son muchos los acueductos que existen en España. Fueron construidos durante la época del Imperio Romano en las principales ciudades de Hispania. Hoy son monumentos indispensables el cualquier lugar en el que se encuentren, sitios que siempre merece la pena descubrir.
Están repartidos casi por toda la geografía española. Si decides visitar alguna de las localidades que pueden presumir de acueducto, dedica unos segundos a contemplar estas grandes obras, intentando descifrar algunos de los secretos que guardan con absoluto hermetismo
Acueducto de Segovia
No se puede empezar por otro, porque el acueducto de Segovia (@Segoviaturismo) continúa impresionando cada vez que alzas la vista para mirarlo. Es Patrimonio de la Humanidad desde 1985 y conserva sus 15 kilómetros de canales (algunos visibles y otros no), que servían para llevar el agua desde el arroyo de la Acebeda, hasta la capital segoviana.
Fue construido con sillares de granito traídos de la Sierra de Guadarrama, colocándolos, uno a uno, en un sorprendente equilibrio que permite que la la obra se mantenga en pie sin ningún tipo argamasa que los una. Su construcción se ubica entre los siglos I y II, época de los emperadores romanos Trajano y Adriano, y en total en acueducto tiene 167 arcos. En la Plaza del Azoguejo, en pleno corazón de Segovia, punto habitual desde el que lo contemplan los visitantes, alcanza su máxima altura, en una serie de 43 arcos dispuestos en dos hileras superpuestas. A lo largo de la historia, el acueducto ha permanecido impasible sufriendo desde el ataque musulmán encabezado por Al Mamún de Toledo en el siglo XI, hasta el no menor ataque de los vehículos a motor, que tuvieron permitido el paso bajo sus arcos hasta 1992.
Acueducto de Mérida
Son muchos los monumentos de la época del Imperio que conserva Mérida (@Turismo_Merida) y que la convierten en una ciudad única. Magníficas obras arquitectónicas como el anfiteatro, el circo, el puente o el teatro romano han hecho que sea declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Además de todos los monumentos descritos, Mérida tiene uno de los acueductos más bellos de la geografía española. El Acueducto “de los Milagros” es una obra de ingeniería hidráulica que permitía llevar el agua desde el pantano de Proserpina, unos cinco kilómetros, hasta el corazón de la urbe romana. No se conserva tan bien como su compañero segoviano, pero sus arcos, apoyados en pilares de granito y ladrillo, de los que siguen en pie unos 50, crean una silueta esbelta, imponente y armoniosa ante la que resulta imposible no detenerse.
Acueducto de Tarragona
La antigua Tarraco fue también una de las ciudades más importantes de la Hispania romana y la Tarragona actual (@TGNturisme) conserva algunos monumentos tan destacables como su espléndido anfiteatro romano, quizá uno de los más bellos de la Península porque mira directamente al mar Mediterráneo. Tampoco podía faltar aquí una obra de estas características, hoy Patrimonio de la Humanidad. Se trata del acueducto de Les Ferreres también conocido como Pont del Diable, y formaba parte de una compleja canalización para llevar la cantidad de agua que necesitaba esta gran ciudad, trayéndola desde el río Francolí, salvando un desnivel de unos 90 metros hasta llegar casi a orillas del mar.
El tramo mejor conservado es el de las Ferreres, que mide unos 217 kilómetros de largo y alcanza una altura de aproximada de 27. El puente es del siglo I y su doble arcada fue construida con grandes sillares colocados en seco. Se encuentra a unos 4 kilómetros de Tarragona ciudad (N. 240 dirección Lleida).
Acueducto Peña Cortada. Chelva y Calles (Valencia)
Es distintos a los otros porque se sumerge en un espectacular paisaje y porque parte de sus antiguas conducciones, que puedes recorrer están excavadas en la propia roca. El acueducto, declarado Bien de Interés Cultural es uno de los momumentos más importantes de la época romana en la la Comunidad Valenciana (@c_valenciana). Muestra algunos de sus tramos en un recorrido de 28 kilómetros en los que “salta” distintos desfiladeros de altura que impone. Sus tramos más espectaculares son el Puente de la Rambla de Alcotas y, los que cruzan los Barranco de la Cueva Gato y Peña Cortada, en el municipio de Calles. El acueducto es del siglo I d.C. y se cree que fue construido para llevar el agua desde el río Chelva hasta la ciudad de Sagunto.