Amberes, ¿qué esconde la segunda ciudad más poblada de Bélgica?
Su arquitectura, la casa y algunos de los mejores cuadros de Rubens, además de muchos diamantes
La posición estratégica de Amberes ha hecho que siempre tenga un papel preponderante en el comercio del norte de Europa. Durante el siglo XVII fue además un destacado centro cultural. A día de hoy es la segunda ciudad más poblada de Bélgica después de su capital, Bruselas, y uno de los puertos más relevantes. El río Escalda o Scheldt posee una profundidad que permite la navegación de barcos grandes y esto ha contribuido a esta condición. También es conocida como la “ciudad de los diamantes”, ya que el 85% de la producción mundial de diamantes en bruto se realiza aquí, contando con unos 35.000 trabajadores dedicados a este sector.
La catedral y Rubens
Entre los lugares que destacan de esta ciudad está la catedral de estilo gótico: la Onze Lieve Vrouwe Kathedral. Es la más grande del país y una de las más importantes de este estilo arquitectónico del continente europeo. Su visita no es gratuita, pero en su interior además de disfrutar de su arquitectura se pueden contemplar algunas de las obras más significativas de Pedro Pablo Rubens, ciudad en la que el pintor barroco vivió entre 1608 y 1621. Entre ellas destaca El descendimiento de la cruz, una de las más alabadas y catalogada como una de las siete maravillas de Bélgica. También hay trabajos de otros pintores que se pueden apreciar a lo largo de la visita del templo.
La Casa Museo de Rubens o la Rubenshuis, está situada en el animado barrio comercial de mier. El mismo edificio en sí es una obra de arte, ya que en él es posible distinguir elementos tanto del barroco como del flamenco. Aparte de contemplar obras del propio pintor también se pueden ver creaciones de otros artistas.
Para completar esta visita cultural, el Museo Real de Bellas Artes de Amberes muestra obras de distintos autores, pinturas, dibujos y esculturas desde el siglo XIV al siglo XX.
Diamantes y arquitectura
La ciudad de Amberes alberga el Museo de los Diamantes, con objetos, materiales y videos en los que se explica todo lo relacionado con estas piedras preciosas, desde su extracción hasta su puesta en venta. En este sentido es interesante darse una vuelta por el barrio judío, cercano a la estación central de Amberes que también merece la pena visitar, pues se ubica en un bello edificio del siglo XIX. Pasear por las calles de este barrio es una curiosidad por la gran cantidad de joyerías que encontraremos, muchas de ellas regentadas por judíos.
Arquitectónicamente sobresalen la Plaza Mayor o Grote Markt, que es donde se encuentra el bonito edificio del Ayuntamiento, varios edificios renacentistas y al fuente del Brabo que refleja la leyenda de los orígenes de la ciudad. Y junto a la catedral está la Groenplaats, que se presenta muy animada al igual que las distintas calles comerciales por las que podemos pasear y ver algunas de sus galerías con tiendas tradicionales que presentan escaparates muy llamativos y cuidados. Y, por último, el castillo Steen de Amberes, una fortaleza medieval, es también otro punto que merece una parada.
