Mariola Báez
Viajes
Avignon: descubriendo los secretos de la ciudad de los Papas
La ciudad medieval, en el sureste francés, es perfecta para una escapada de fin de semana
En la región de Provenza-Alpes-Costa Azul, Avignon (@avignontourisme) se levanta a orillas del río Ródano, dejando entrever que tras sus murallas guarda un imponente casco antiguo, Patrimonio de la Humanidad y fiel reflejo del poder que tuvo la ciudad en el siglo XIV, cuando el Papa Clemente V, huyendo de la convulsa Roma, trasladó aquí la sede vaticana. Fueron siete Papas y dos “antipapas” (que se rebelaron contra Roma) los que dieron esplendor a la ciudad francesa, convertida en el Papado de Avignon, verdadero centro de la Iglesia Católica, que disputó con el Vaticano ser el corazón de la Cristiandad, provocando finalmente el Cisma de Occidente.
Las historias de intrigas, traiciones y venganzas de este periodo se esconden en Avignon, una ciudad que en la actualidad sigue sorprendiendo con algunos de sus grandes monumentos y el encanto de sus calles y plazas medievales, espléndidamente conservadas y animadas todo el año.
¿Qué te espera en Avignon?
En primer lugar, es imposible no buscar el famoso puente de la canción Sur le pont d’Avignon. En realidad, su nombre es Pont de Saint- Bénézet y aunque en el siglo XII unía ambas orillas del río, hoy en día solo quedan cuatro de sus más de 20 arcadas. Por lo tanto, no va a ninguna parte, pero es obligatorio acercarse a él y a la pequeña capilla de Saint Bénezet que aún se conserva.
Visto el emblemático puente, toca recorrer el casco antiguo, empezando por el imponente Palacio de los Papas, uno de los edificios góticos más grandes del mundo, que simboliza el poder y el esplendor del Papado de Avignon. Fue construido en el siglo XIV (curiosamente en solo 20 años) y tiene más de 15.000 metros cuadrados.
Sin embargo, en realidad son dos palacios, el Viejo y el Nuevo. Visitar su interior es imprescindible. La sala de la Gran Audiencia, el Gran Tinel, lugar de celebración de los cónclaves; los apartamentos privados del Papa, la Capilla Clementina o el gran Patio Central de Honor, una de las sedes del famoso Festival de Teatro de Avignon (@FestivalAvignon), son algunas de las estancias principales.
Junto al palacio se encuentra otro de los monumentos imprescindibles: la Catedral de Avignon, Notre-Dame des Doms, del siglo XII aunque con mezcla de distintos estilos arquitectónicos, fruto de posteriores remodelaciones. En lo más alto de su fachada, destaca la gran escultura dorada de la virgen. El espléndido conjunto monumental de Avignon lo completa el Petit Palais, lugar de residencia de obispos y cardenales en el siglo XIV y hoy convertido en un interesante museo.
Tras este particular viaje a las intrigas eclesiásticas del Medievo, es momento de conocer algunos de los rincones más bellos de esta ciudad alegre, dinámica y con cierto aire bohemio. Las terrazas de la Place d’Horloge son perfectas para una pausa y recorrer la calle de Les Teinturiers, una de las más bonitas de la ciudad, es una delicia.
Para terminar con una de las mejores vistas de Avignon y su puente principal, hay que subir hasta la Rocher des Doms, la roca donde se dice que nació la ciudad. Actualmente, la zona es un tranquilo y hermoso parque, ideal para la foto de despedida.