Verónica Mollejo
Viajes
Abre sus puertas en Bilbao el primer hotel cápsula de España
Este alojamiento incluye cincuenta cápsulas que se abren y se cierran con ayuda de una tarjeta
Aunque aquí pueda resultar angustioso y extravagante, lo cierto es que los hoteles cápsula son uno de los alojamientos más populares en Japón. De hecho, allí abrió sus puertas en 1977 el primer hotel de este tipo, que ofrecía unos precios más asequibles y un lugar donde dormir cerca de las estaciones de metro y tren. Ahora, cuatro décadas después, España se suma a esta tendencia de la mano de Optimi Rooms, la empresa encargada de inaugurar este modelo de negocio en nuestro país.
Descansar en dos metros cuadrados
Siguiendo los designios del lejano oriente, el primer hotel cápsula de España residirá en Bilbao, más concretamente en el número 58 de la calle Doctor Areilza. El establecimiento, que trabaja bajo la categoría de hostel, está compuesto por cincuenta habitáculos de diferentes tamaños: hay disponibles 36 cabinas individuales y 14 dobles para aquellos que quieran dormir acompañados. Asimismo, su precio oscila entre los 25 y los 40 euros, dependiendo de las características.
Debido a la posible animadversión que este tipo de alojamiento puede provocar en el público, sus promotores han querido aclarar que el tamaño de las cápsulas en mayor que el del modelo japonés, alcanzando los 2,5 metros cuadrados con una cama de 120 centímetros. Además, las instalaciones incluyen espacios comunes donde los huéspedes pueden mejorar su estancia como una sala con máquinas expendedoras de comida y microondas, un área de taquillas donde guardar el equipaje y el cuarto de baño, que incluye las duchas.
En cuanto a las habitaciones, que se cierran con una puerta corredera y una tarjeta electrónica, incorporan una televisión, una caja fuerte, conexión USB, un colchón viscoelástico e incluso unos auriculares. Eso sí, el hotel no ofrece servicio de desayuno ni comida y está totalmente prohibido comer en las cápsulas.
Entre las prestaciones adicionales destacan su servicio de lavandería, un kit dental, un mapa con los principales lugares de interés de Bilbao, la opción de reservar solo para echarse la siesta o un servicio de check-out hasta las 14:00. Todo ello aderezado con una decoración futurista y minimalista que ha sorprendido a los primeros huéspedes, obra del arquitecto Jon Arrabal.