Mariola Báez
Viajes
Cadaqués, el pueblo que encandiló a Salvador Dalí y enamora a todo el que lo visita
Una de las localidades más bonitas de la Costa Brava
A poco más de 30 kilómetros de Figueres, se encuentra uno de los lugares con más encanto del Alto Ampurdán, en la costa de Girona. Pese a que en verano su población se duplica (mínimo) ante la llegada de visitantes, el pequeño pueblo sigue siendo un lugar único, enclavado en la bahía de Cadaqués, que se reparte entre un espléndido centro histórico, que conserva su trazado medieval, y distintos espacios, en forma de playas, calas y paisajes interiores, muchos de ellos inmersos en el Parque Natural Cabo de Creus.
Lo esencial en una primera visita
Es cierto que el contraste entre las casas blancas de tejados rojos, los edificios modernistas del paseo marítimo y ese azul oscuro pero vibrante del Mediterráneo más bravo es lo primero que deslumbra en una localidad con una luz particular, tal vez, la que hizo que numerosos creadores encontraran aquí un lugar de inspiración.
Con el paisaje y la luminosidad en la retina, toca descubrir Cadaqués y esos lugares que no te puedes perder.
Un primer recorrido por el paseo marítimo contemplando algunas de las edificaciones modernistas más curiosas como la Casa Blava no puede faltar, al igual que un dejarte llevar por las calles laberínticas de este pueblo que conserva, en algunas de ellas, el tradicional pavimento llamado rastell, hecho con piedras costeras colocadas en forma de espiga. Ascendiendo por las calles estrechas, hay que llegar a la Iglesia de Santa María de Cadaqués, para tener una de las mejores panorámicas y para visitar este monumento eclesiástico, representativo del gótico tardío del siglo XVI.
Pasear por el centro histórico de Cadaqués es un placer. Pequeñas tiendas de artesanía y galerías de arte conviven en armonía con coquetos bares y restaurantes, donde saborear la estupenda gastronomía basada en lo que el mar ofrece.
Museos en Cadaqués
Visita obligada es la del Museo de Cadaqués, que conserva obras de distintos artistas que han vivido en la localidad o se han visto “obligados” a reflejar en su obra su particular relación con este lugar. Antoni Pitxot, Arranz Bravo, Richard Hamilton y sin duda Salvador Dalí, son algunos de los autores que podrás conocer un poco mejor acercándote a su obra.
Si hay un lugar que no puede faltar es la Casa Museo de Dalí, en el cercano Port Lligat, que solo podrás visitar reservando previamente por teléfono o por email. El genio ampurdanés se instaló aquí en 1930, en lo que, al principio, era una vivienda tradicional de pescadores. Con los años, él la transformó casi en una más de sus esculturas. Aquí vivió hasta que murió su compañera y musa Gala.
Para completar tu visión de conjunto, no dejes de acercarte al Espacio Cabo de Creus, en el interior del antiguo faro de 1853, para hacerte una idea de la belleza y la riqueza natural que guarda este rincón del Mediterráneo, porque probablemente, volverás.