Carlos Losada
Viajes
Cárceles que merece la pena (solo) visitar
Estas antiguas prisiones muestran cómo eran las condiciones penitenciarias en cada época
Ir a la trena o estar entre rejas son dos expresiones que es mejor no experimentar en primera persona, pues, de primeras, eso significará que no hemos delinquido, y además que no hemos vivido la sensación de estar encerrados en una cárcel. Y si bien es cierto que las condiciones carcelarias han mejorado a lo largo de la historia, no debe ser plato de buen gusto pasar un tiempo a la sombra.
Claro que siempre existe la oportunidad de visitar algunos recintos que ya no están en uso, y no solo para comprobar cómo eran unas instalaciones creadas para recluir a personas, sino por el atractivo arquitectónico e histórico que algunas de ellas ofrecen. En España hay algunos centros penitenciarios y antiguas cárceles que se pueden visitar. Estas son las más destacadas:
Cárcel de Broto (Huesca)
Entre los siglos XVI y XX esta torre situada en el Valle de Broto fue utilizada como cárcel, después de que en sus inicios tuviera una función puramente defensiva. Lo más destacado que se puede encontrar en este edificio levantado junto al río Ara son el legado en forma de dibujos y grabados que dejaron los presos que la poblaron durante siglos. En una simple visita, además, nos podemos percatar de las condiciones que estos tuvieron cuando permanecieron encerrados, muy alejadas del concepto actual de penitenciaría, ya que rozaban lo infrahumano (cadenas para colgarlos y demás artilugios para no dejar que la estancia fuera precisamente acogedora).
Cárcel Modelo de Barcelona
En el año 2017 se cerró esta conocida cárcel de la Ciudad Condal, que durante mucho tiempo fue la más antigua de las que estaban en funcionamiento. Su inauguración se llevó a cabo en el año 1904 y ha pasado a la historia por retener en su interior a conocidos presos, especialmente durante la dictadura de Francisco Franco (Salvador Puig Antich o Lluis Companys, por ejemplo). Además, de ella se fugó el conocido delincuente El Vaquilla. La diferencia con la anterior es grande, ya que se puede observar cómo es una penitenciaría moderna. Está abierta al público aunque se prevé que se convierta en un centro de enseñanza.
BigstockCárcel concordataria de Zamora
Esta prisión se ha hecho famosa en los últimos años porque se rodó allí el largometraje Celda 211, dirigido por Daniel Monzón y protagonizado por Luis Tosar. Sin embargo, su historia se remonta bastante tiempo atrás, ya que durante la dictadura franquista fue un penal utilizado para retener a los miembros del clero que habían realizado alguna práctica delictiva, como era el hecho de protestar contra el régimen. En la actualidad solo se puede visitar por fuera y observar la que fuera una férrea prisión de religiosos y algunos integrantes de bandas armadas como ETA o Grapo.
Escena de 'Celda 211' , de Telecinco CinemaCárcel de Pedraza (Segovia)
Pedraza no solo es uno de los pueblos más bonitos de Segovia, gracias a lo bien que está conservado su centro urbano con trazas medievales, sino que además alberga una prisión medieval que data del siglo XIII, en la que se encerraba a todos los que causaban desorden público. Como ocurre con todos los edificios de esta índole que se sumergen en los albores de nuestra historia, resulta cuanto menos siniestra. En la actualidad se puede visitar, ya que se encuentra en una torre situada junto a la muralla. Allí se pueden recorrer dos niveles con mazmorras, al tiempo que se observan los grilletes y cadenas que se empleaban para hacer complicada la vida del reo.
Cárcel de Lugo
Esta cárcel gallega se encuentra junto a la antigua muralla de la ciudad, en el casco histórico de Lugo. En la actualidad se puede visitar porque en ella se encuentra un centro sociocultural en el que se puede visitar una exposición relacionada con la ciudad, así como otras muestras temporales con un claro contenido didáctico. No obstante, el edificio permanece en su exterior tal y como se concibió, así como en su estructura interna, de manera que muestra a la perfección la arquitectura carcelaria.
Fuerte de San Cristóbal (Navarra)
Este fuerte situado cerca de Pamplona, se utilizó como penal entre los años 1934 y 1945, momento en el que se cerró. Anteriormente a estas fechas, la fortaleza tenía fines defensivos, pero nunca fue utilizada para la guerra ni para la defensa.
Desde el año 2001 es Bien de Interés Cultural y a partir de 2007 se llevó a cabo una tarea de limpieza y de acondicionamiento para que no se viniera abajo y pudiera utilizarse aunque fuera de cara a los visitantes que hasta allí se acercan. La visita, sin duda, merece la pena sobre todo por cómo se ha fundido la naturaleza con la ingeniería militar. En las citadas obras de remodelación se eliminaron los muros que se levantaron para crear celdas y otras obras posteriores a la construcción inicial.