Teresa Rey
Viajes
Casillas, un pueblo entre castaños y setas en pleno Valle del Tiétar
Es un lugar privilegiado de Ávila, con bellas rutas naturales, para disfrutar en un fin de semana
Casillas es un lugar privilegiado de Ávila, un pequeño pueblo anclado en pleno Valle del Tiétar. Erigido sobre un terreno en pendiente singular, ha provocado que su construcción y sus calles sean un tanto tortuosas, siendo esta peculiaridad parte del encanto de dicho enclave. Además, el entorno en el que se halla permite a los amantes del senderismo y la naturaleza hacer diferentes rutas, pues es un lugar que se presta a una escapada para evadirse unos días del bullicio de la ciudad.
Las setas y el entorno
En el ámbito natural, Casillas destaca por su gran variedad micológica, de modo que a quienes les gusten las setas pueden disfrutarlas en todo su esplendor, tanto en otoño como en primavera. Las especies arbóreas de este rincón de la Sierra de Gredos han contribuido a que esto sea así. En concreto, los castaños, los pinos y los robles, y el microclima que hay en esta parte de Ávila. De hecho, se pueden apreciar gran variedad de setas empleadas en la gastronomía. El níscalo y la cagarria, pero también los migueles (boletus edulis y boletus pinícola), la oronja, los parasoles o el champiñón silvestre, entre otros.
Casillas está rodeada de bosques y al estar muy cerca de la Reserva Natural del Valle de Iruelas, se puede disfrutar también de una amplia fauna: jabalíes, ciervos, corzos… Y en el cielo, destaca el buitre negro.
Rutas
Es un rincón que está plagado de caminos para disfrute del senderista. Una de las rutas más emblemáticas es la subida al Puerto de Casillas (1465 metro), la puerta de entrada a la reserva. El camino más sencillo es el que sigue la pista forestal. Parte de la propia localidad y hay que seguir la dirección de las Eras del Prado. También es posible ir por la antigua carretera o por la dehesa.
Otra de las rutas más bonitas es la del castañar, que es circular y tampoco entraña gran dificultad. Hay que destacar que en Casillas la mayor parte del castañar es cultivado, de modo que requiere trabajos durante todo el año para que luego se pueda hacer la recolección en otoño, por eso es vital respetar la propiedad privada y los frutos de los árboles.
Destaca además el Museo Etnográfico La Resina, que bien merece una visita pues muestra al visitante con todo detalle el medio rural en el que se encuentra y la historia de distintas generaciones de casillanos.