Ruth Macarrón
Viajes
¿Conoces la famosa calle Laurel en Logroño?
Ruth Macarrón
Viernes 15 de noviembre de 2019
ACTUALIZADO : Viernes 15 de noviembre de 2019 a las 6:15 H
2 minutos
Propone un interesante recorrido donde degustar las mejores tapas
Pocas calles ofrecen mejor propuesta gastronómica en menor espacio que la Laurel, en Logroño. Es la milla de oro de la capital riojana, con más de sesenta establecimientos entre pequeños bares y restaurantes, perfectos para empezar con el aperitivo y terminar el día tomando una copa. Su fuerte es la hora del vermú, cuando la calle se llena de autóctonos y turistas con un vino en la mano. ¿Quieres conocerla? Te contamos su historia y todos sus secretos.
La historia de la Calle Laurel
La calle Laurel se sitúa paralela a lo que antaño fue la muralla que rodeaba la ciudad, demolida a finales del S.XIX. En esta época se empiezan a reconstruir las casas colindantes, dando lugar a la que se convertiría en la calle más popular de Logroño. En 1878 se derribó un edificio, que impedía el acceso directo desde Laurel a la actual calle Bretón de los Herreros, y en su lugar se edificó el Blanco y Negro, el bar más antiguo de Logroño y aún un referente (no te vayas sin probar sus bocatitas de anchoas y pimiento verde).
En la calle Laurel fueron estableciéndose sencillos locales que ofrecían vinos de la tierra y raciones de embutido para acompañarlos. Poco a poco, los bares fueron especializándose en pinchos, hasta llegar a la gran oferta culinaria que podemos encontrar hoy en día, cuando se ha convertido en la zona de tapeo más famosa de toda la región.
"La senda de los elefantes"
No fue hasta hace algunas décadas cuando la ruta gastronómica de la calle Laurel se empezó a conocer como “la senda de los elefantes”. Se trata de un chiste que hace referencia al estado en el que uno termina cuando trata de conocer cada una de las propuestas que se ofrecen: a cuatro patas, y con una gran trompa.
Bromas aparte, los vinos de la región y los deliciosos pinchos han hecho méritos propios para ganarse su fama. Tapas de toda la vida, como bravas o setas a la plancha, conviven con nuevas elaboraciones en las que incluso hay ofertas veganas. Cada bar tiene un pincho típico, una especialidad que no puedes dejar de probar. ¿Te animas a terminar la ruta?